Maldiciendo el Destino

Capítulo 6: ¿Damond?

TESSA

Me desperté cuando me harté de que la luz de la ventana pegara directamente contra mi cara. Me levanté y salí en pijamas de la habitación, solté un bostezo y me detuve en medio de la sala de estar. no olor a humo de cigarrillo, no sonido de la televisión en un canal de asesinatos, ningún par de botas de cuero apoyadas descuidadamente en la mesa, y ningún par de ojos rojos con ese brillo burlón cuando me observaban molesta. Exacto, al parecer Damond se había marchado... Me sentí aliviada, pues el chico había pasado ya tres días sin dejar mi apartamento... En realidad no, me desilusioné al darme cuenta de que se había marchado sin avisar... Y lo extrañé un poco.

-Parece que después de todo me quedé sola- murmuré.

"Madre mía... Tienes dos compañeros de piso y prefieres hablar sola sobre un chico sarcástico que no trata bien a nadie"

Ignoré los comentarios de la molesta voz en mi cabeza y agarré mi celular para chequear los mensajes.

*72 mensajes sin leer*

Oops...

Empecé a abrir los mensajes...La gran mayoría eran de parte de Dylan...

"Lo lamento en serio, pero no tienes idea de lo que Damond es capaz"

 "No prestes atención a nada de lo que te diga Phoenix, es un idiota..."

  "Tess, por favor perdóname... Pero tienes que creerme, Damond no es quien crees...”

  Un mensaje por parte de mi madre... Curioso

  "Teresa, es octubre y quiero que preguntes si puedes pasar navidad en la universidad porque voy a invitar a unos amigos y realmente no quiero que te vean en la casa... Pregunta si te puedes quedar allá y si no busca un hotel antes de que se acaben y tengas que dormir en la calle...."

  Cuánto amor por parte de mi madre... Pero como yo sabía que estaba hablando en serio, coloqué en la computadora una alarma para empezar a buscar hoteles pronto...

  Dos mensajes de Marcus, en donde básicamente preguntaba si le podía prestar mis audífonos y mi libro de biología.

  Diez mensajes por parte de Luke insultándome por haber pintado su ropa interior de rosa con mis acrílicos... Valió completamente la pena y no me arrepiento de nada.

  Ningún mensaje de Damond Phoenix.

  -Hey, Buenos Días- dijo una voz detrás de mí. Rebecca. Le sonreí y arrojé mi celular al sofá vacío.

  -Buenos días... ¿Qué quieres desayunar?- pregunté bostezando fuertemente.

  -Emm, sé que me lo preguntas para hacer conversación porque tú nunca tienes hambre... Así que debo decir que me apetece un poco de cereal- Me miró de manera amistosa y yo le sonreí de medio lado.

  -¿Estás segura de que no te molesta que no desayune contigo?- pregunté un poco inquietada por su reacción tan calmada.

  -Nunca desayunas con nadie, de hecho nunca comes con nadie, de hecho nunca comes, así que no me molesta para nada...- comentó sacando un plato hondo y llenándolo de choco-crispy.

  -Bueno, pero igual me sentaré contigo un rato- dije sonriendo de medio lado y acercándome a la mesa.

  -Mmmm... Me parece que Damond se fue... Finalmente. Digo, era extraño que se la pasara acá un cretino oportunista como él...- pronunció casi escupiendo las palabras. Levanté una ceja. Rebecca no siempre era tan ruda al hablar.