Kimetsu Rider: Los caballeros dragón

Capítulo 15: Eres mi luz

Alerta de lemon

3 semanas han pasado y nuestro trío de héroes han vencido a todos los monstruos que Muzan mandaba.

Pero Muzan detuvo sus ataques por un tiempo en lo que hacía más monstruos.

Lo que le dio unos días de descanso a nuestros riders.

Pero hoy sería un día especial para dos de ellos.

—Ya llegamos—dijo la ojirosa.

Hanako fue a abrazara a Tanjiro.

—Que bueno que llegan—correspondiendo el abrazo de Hanako.

—Hermano le pegue al gordo—

—Hanako, ¿Qué mañanas son esas de andarle pegando a los gordos?—dijo molesto el pelirrojo.

Hanako lo vio confundida.

Nezuko dió una leve risa.

—No Tanjiro, se refiere al premio gordo de la lotería del super mercado—

—Ah—

—Hanako eso es increíble, eres muy buena con los números—acariciandole la cabeza.

—Bueno con eso compramos bastante comida así que prepare algo delicioso para celebrar—

—¿Dónde están Kanao y Giyu?—

—Giyu está durmiendo y Kanao está en el cuarto—

—Bueno diles que pronto estará la cena—se va a la cocina.

Tanjiro va a los cuartos.

Justo Tomioka había despertado cuando Tanjiro tocó la puerta.

—Pasa—

—Perdón por molestar solo quería decir que pronto estará la cena—se va.

Después va al cuarto de Kanao.

Vemos a Kanao sentada en la cama viendo el deck de su hermana.

Tanjiro toca.

—Pasa—

—Hola Kanao, ya pronto estará la cena—

—Gracias por decirme—vuelve a ver el deck.

Tanjiro entra y se sienta junto a ella.

—Tus hermanas estarían orgullosas—sonriendo.

Kanao sonríe levemente.

—Tu sonrisa es hermosa—dijo sin querer el pelirrojo.

En eso Kanao se sonroja.

Tanjiro al darse cuenta de lo que dijo se puso más rojo.

—Gra-gracias—nerviosa.

Se hizo un silencio incómodo.

—Bueno estaré en la sala si me necesitas—se va bien rojo.

Kanao asiente.

En cuanto se fue Kanao se tocó el pecho.

—¿Qué es esta sensación?—

Afuera vemos a Tanjiro hacer lo mismo.

—¿Qué es esto que siento?—

Después de un rato todos ya estaban cenando.

—Te volviste a lucir Nezuko—dijo la ojiroja.

—Concuerdo—dijo el ojiazul.

—Me alegro que les haya gustado—sonriendo.

En eso a la vista de Nezuko no se le escapa las miradas perdidas de Tanjiro y Kanao.