Capítulo 5

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Aitana se frotó los ojos mientras estaba sentada en una silla encima de la caravana. Había pasado toda la noche haciendo guardia, bajó y dejó la escopeta apoyada al carro, se estiró. Saludo a los que veía hasta incluso a su madre. Se fue hasta su tienda de campaña y cogió la botella de agua, le dió un trago, ese sería su desayuno, aunque sabía que Patricia le habría hecho algo para desayunar. Ellas dos se han vuelto muy cercanas desde la muerte de Otis, Grimes ha sido un gran apoyo para la mujer. Y Patricia la ve como su hija.

Vio a su padre ir hasta uno de los coches y se acercó, sí iban a salir ella iría también, lo primero que necesita es alejarse de Maggie y así poder matar lo que su corazón siente por la granjera.

—Hoy cada uno registrará una nueva zona. Si llegó hasta la granja que encontró Daryl quizás esté más al este de lo que hemos buscado hasta ahora.

—Quiero ayudar —dijo un chico detrás de ellos. Llevaba puesto un pantalón vaquero y una camiseta de manga corta. —Conozco esa zona bastante bien.

—¿A Hershel le parece bien?

—Sí, sí, me dijo que te preguntará.

—De acuerdo. Gracias.

—Nada de lo que encontró Daryl dice que Sophie estuviera ahí, podría ser cualquiera que se escondiera en esa granja —comentó Shane.

—Incluida ella —tras lo que dijo Andrea, Aitana le dio una palmadita en el hombro, en señal de apoyo.

—Quien durmiera en ese armario no era más alto que esto.

Tras ver la altura que marcó Daryl un destelló de esperanza iluminó el corazón de Grimes. Sentía que Sophie estaba más cerca de ellos de lo que se pensaban.

Cogió un arma que Dale dejó encima del capó, a ella no le pusieron pegas porque sabían que sabe utilizarla a la perfección y sabe cuando tiene que disparar y cuando no. Se la guardó y escuchó a su padre.

***

Caminaba entre los árboles, mirando en todas las direcciones por sí veía algún rastro de Sophie y sus pensamientos estaban muy metidos en la chica que le había robado el corazón con solo verla y la misma con la que tuvo relaciones sexuales. Estaba tan sumergida en sus pensamientos que no se percató que delante de ella ya no se podía caminar y bajabas, cayó de boca y rodó por la cuesta para abajo, clavando por el camino ramas, piedras en sus costados, abdomen, brazos, etc. Se partió el labio y se hizo una brecha en la cabeza. Todo a su alrededor daba vueltas, trató de levantarse pero le dolía todo el cuerpo.

Segundos más tarde empezó a verlo todo negro. Se había desmayado.

***

Abrió los ojos, la cabeza le dolía a rabiar y tenía la cara cubierta de sangre por la brecha. Se levantó y vio que estaba atrapada, tenía mucho que escalar para poder salir de ahí. Se remangó las mangas y trató de subir, cayó varias veces estampandose contra los árboles que tenía detrás de ella, pero no se rindió, lo siguió intentando hasta que lo logró. Se hizo más heridas en la espalda, la camisa estaba cubierta de sangre, tenía más cortes en los brazos, en la cara. Se miró el tobillo y lo tenía morado. Agarró una gran rama y se apoyó en él, empezó a caminar de regresó a la granja. Veía todo borroso.

—¡Aitana! —El grito de Glenn mientras empezó a correr en dirección a su mejor amiga. Al verla en el estado en el que estaba la cargó como princesa y se la llevó corriendo a la casa. —¡Ayuda!

Maggie apareció corriendo y al verla se asustó, rápidamente la llevó a curar. Le quitó la camisa y con cuidado le dio la vuelta para curarle la espalda. Después le curó la cabeza y el tobillo. La miraba con amor, no quería reconocerlo porque su padre le había dicho que no se encariñara sin embargo la amaba con todo su corazón. Le acarició la mejilla.

Se separó rápidamente al escuchar la puerta abrirse, dejó el camino libre a Rick quien no tardó en correr y ponerse al lado de su hija.

—Mi niña... Hace tanto tiempo que no pasamos tiempo juntos... —Le acaricia el cabello a su pequeña. Llevaban sin pasar tiempo juntos desde que Aitana empezó la secundaria, él trabajaba hasta por la tarde y sí lo tenía libre su hija se encontraba estudiando en su habitación. Los fines de semana los pasaba los cuatro juntos, aunque Aitana un poco más apartada por la relación con su madre. —En cuanto tenga un tiempo para tí lo aprovecharemos al máximo, cariño.

Maggie se fue para dejarles privacidad, se le hacía tierna la escena.

***

Entró a la habitación en la que se encuentra su pequeño hermano, vio a su madre con los ojos llorosos y sabía porqué estaba así, no sabía qué hacer con respecto a su embarazo. Se sentó al otro lado de Carl y le acarició el cabello.

—Deberías decirle a papá lo del embarazo. Y de pasó decirle lo que pasó entre Shane y tú.

—No puedo decirle lo que pasó... Se va a enojar mucho...

—Y con razón. Pero sí no lo haces tú lo haré yo y entonces las cosas irán a peor de lo que se pondrán si tú se lo cuentas.

Carol entró a la habitación.

—Ya está la cena, ¿venis?

—Ya vamos —responde Aitana mientras que se incorpora.

***

En una mesa aparte se encontraban Jimmy, Beth, Glenn, Aitana y Maggie, comían en silencio. Grimes no tenía mucho apetito y estaba jugando con la comida, cosa que no pasó desapercibido por su mejor amigo y la chica que le gusta. Ambos la miraban preocupados.

—¿Alguien de aquí sabe tocar la guitarra? —preguntó Glenn tratando de cortar el silencio que había y que lo único que se escuchaba son los cubiertos chocar en el plato. —Dale encontró una estupenda. Alguien tiene que saber tocar.

—Otis sabía. —Confesó Patricia. Aitana la miró y le dió una palmadita en el hombro tratando de demostrarle que está ahí para ella.

—Tocaba muy bien —habló Hershel.

Siguieron cenando. Maggie le pasó un papel a Aitana, confundida lo abrió y leyó. Le preguntaba en qué lugar para hacerlo esa misma noche. Un lado de ella le decía que no, por el rechazo pero por otro lado le decía que sí, su mejor amigo le había dejado en claro que tenía que ser ella quien se quedará con la granjera, por lo que iba aceptar en verse con Maggie. Le respondió y se lo dió.

Después de cenar, Aitana salió de la casa y fue hasta el pajar, antes de subir se apoyó en la pared y fumó un cigarro. Luego subió las escaleras. Con una linterna alumbraba el lugar, el olor a muerto inundó sus fosas nasales y pocos segundos después supo por qué, había caminantes y no pocos.

—Dios mío... —Se alejó de ahí corriendo. Justo cuando iba a bajar se encontró con Maggie.

—Tú no tenías que ver ésto. 

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⏰ Última actualización: Jun 24 ⏰

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The love of my life || Maggie GreeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora