𝗟𝗮 𝗺𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝘂𝘁𝗮.

3/¹. ☆🏩

Constante adrenalina y euforia; Es muy peligroso ¿Cierto? Suerte que a veces decido ser ignorante, por cuenta propia, por compasión incluso.

Me sentí amenazado en algún punto, yo no estoy acostumbrado a ésto, trato de relajarme y bajar la guardia, pero aquello me parece muy, bastante, demasiado estúpido.

Tengo un presentimiento pésimo que me susurra cuán conveniente es ésto, siempre entona lo mismo " Deja de creerle a ese tal Felix, no te amaría ni, aunque fueses su última opción ". Yo le contesto que deje de molestarme, y lo hace cuando estoy con él, pero en cuanto se va temprano o dice que está ocupado en asuntos de trabajo, algo me remuerde el cerebro, hasta que le envió un mensaje muy largo en el que podría demostrar todo menos celos.

Apenas son las ocho de la noche, es viernes y yo no me siento para nada bien. Tengo náuseas desde que desperté, tendré que estar aquí probablemente hasta las 2:00 AM por mi propia culpa; Él estaba ocupado, así que sé que no podrá venir a verme, además tengo una migraña amenazante y terrible que resalta mi mala cara. Necesito aún más maquillaje de lo normal, mis ojeras están horribles, por más que trato de prevenirlas y comprar tratamientos caros nada más para que no se vean (ni siquiera cuando no tengo una gota de maquillaje encima).

Es que ser una puta es agotador, las personas no saben lo terrible que puede llegar a ser un trabajo en el que ganas así de bien.

No me quejo, porque el dinero sí compra la felicidad y yo lo confirmo. Cualquier pequeño idiota que diga que el amor es la clave a la felicidad, que me dé todas sus cuentas bancarias y se alimente muy bien de besos, abrazos y sexo romántico, porque es tan ridículo que me burlaría de ellos todo el día, por imbéciles.

Felix y yo estamos de acuerdo. Tener poder adquisitivo es magia, pero no siempre lo fue. El dinero terminará alimentando a éste preocupante capitalismo ¿qué podemos hacer nosotros? Nada. Tendrías que conseguir a un grupo enorme de personas que estén dispuestas a escapar por completo de él, renunciar a ésto y, no sé, irse a vivir a una casa que ellos mismos construyan con madera que encuentren en el bosque. Yo nunca lo haría, porque el bosque es feísimo.

Afortunadamente, a mí no me dan miedo los fantasmas, sino que, en su lugar, le temo a los humanos; Desde muy joven entendí todo lo que somos capaces de hacer, y digo " somos " porque yo no me voy libre de este egoísmo. Hipócritas y crueles, asquerosos, imbéciles con delirio de grandeza. Imaginen que tuvimos que inventar un falso Dios para tratar de encontrar explicación a cuántas veces la cagamos. Es denigrante; Por dios que no necesitamos a satanás para matar, coger, tragar, envidiar ni ninguna otra cosa de la que se hable en ese librito mágico, solamente necesitamos de nosotros mismos y nuestro lado más humano para explicar por qué han existido las guerras y los holocaustos. No metan a Dios ni a Lucifer en estas cosas, por favor, es una falta de respeto para dos figuras de acción tan supuestamente poderosas.

Ah... Su boca se abre, cierra, escupe, toma otro trago de mezcal, tose, genera tanta saliva que se ahoga con ella, suelta aliento con olor a alcohol barato. Nada nuevo, un día más tratando de entablar una conversación con alguien cuya etiqueta más correcta es una pequeña pieza de mediocridad caminante, como éste patético hombre, que me acaba de confesar que tiene problemas con su esposa e hijos adolescentes.

Nunca he sido fanático de las etiquetas, de hecho, las odio ¿qué importa? Dicen que " Si alguien es malo, entonces no llegues tan bajo como para comportarte igual que ellos " y en parte, estoy de acuerdo; Sólo me parece justo etiquetar a quien me etiquetó a mí, así, ojalá puedan sentir la misma repulsión que yo cuando me dicen que soy una buena puta obediente.

Sólo existe un hombre que podría decirme de esa forma. En ese caso, en lugar de ofenderme, daría un ronroneo que iniciase una maravillosa noche, porque él podría hacer lo que quisiera conmigo para saciar su satisfacción y de todas formas estoy seguro de que seguiría amándome y respetando lo que pienso y hago.