Mi abuelo ( La historia de Índigo)

Epilogo

Pasaron los años y mi vida tomó un rumbo diferente. Me mudé a una nueva ciudad, donde conocí a personas que me aceptaban tal como era. Me dediqué a estudiar arte, una pasión que siempre había tenido pero que nunca me había permitido explorar. Descubrí que el arte era una forma poderosa de expresar mis sentimientos y de conectar con otros.

Intente vivir como mujer un tiempo pero me di cuenta de que esa tampoco era la versión que yo quería ser .

Mi verdadero yo era ser no binario , y mi nombre sería Índigo.

Un día, mientras visitaba una galería de arte, me encontré con una exposición que me dejó sin aliento. En una de las salas, había una colección de pinturas y fotografías que retrataban la vida de personas que habían luchado por ser quienes realmente eran. Gays , Lesbianas,  trans y no binarios .

Entre las obras , vi una que representaba a una pareja de ancianos hombres sujetándose de las manos , y pensé en mi abuelo .

Y supe que en el cielo o en su nueva reencarnación,  el era feliz siendo el mismo .

En ese momento, sentí una profunda conexión con él. Comprendí que, aunque nuestras vidas habían sido diferentes, ambos habíamos luchado contra las mismas cadenas. Decidí crear una serie de obras en su honor, celebrando su vida y la valentía que había demostrado al amar a Michael en un mundo que no lo aceptaba.

La llame , La historia de Índigo y su abuelo .

La exposición de mi trabajo fue un éxito. Personas de todas partes vinieron a ver las obras y a compartir sus propias historias de lucha y aceptación. Fue un homenaje no solo a mi abuelo, sino a todos aquellos que habían tenido el coraje de ser auténticos.

Al final de la noche, mientras recogía mis cosas, sentí una paz que nunca antes había conocido. Sabía que mi abuelo estaría orgulloso de mí, y que, de alguna manera, él siempre estaría conmigo. Miré el cielo nocturno, recordando aquellas noches en las que miraba las estrellas desde mi ventana cerrada. Ahora, mi ventana estaba abierta, y las estrellas brillaban más que nunca.

Con una sonrisa, me dirigí a mi nuevo hogar, liste  para enfrentar lo que el futuro me deparara, sabiendo que, finalmente, había encontrado mi verdadero yo.

Y además pasaría la noche con mi amado Diego

El único al que no le importaba si era hombre o mujer .

Soy Índigo y esa fue mi historia.