La hockista & el piloto -young love

¿No les podías decir?

Antes de que pudiera salir de ahí, Nacho se dio cuenta de que había presenciado lo que pasó. Él corrió detrás de mí y me agarró del brazo para detenerme. Las lágrimas luchaban por salir de mis ojos, pero yo fui más fuerte y cerré los ojos con fuerza antes de que lo hagan. Nacho intentó de explicarme la situación, dijo que él lo había retado a que se deje besar por ella, que no tenía alguna intención con él.
-Pero si sabés que tiene novia ¿Para qué lo haces?- le dije fulminandolo con la mirada.
-¿Qué? No sabía nada de que andaban juntos, sino no le decía.
Entonces no le había dicho a nadie de lo nuestro, que raro. Nacho me dijo de ir a hablar con él, pero no sabía si hacerlo o no, no confiaba en lo que decía. Aunque, después de pensarlo, fui a hablar. Me intentó de explicar que fue un reto y que no estaba de acuerdo con eso, pero que su amigo lo había obligado prácticamente.
-¿Y no le podías decir que tenés novia?
Mateo se quedó sin palabras. Yo solo revolotee los ojos y me fui, no tenía más ganas de escuchar boludeces. Volver a casa era la mejor opción, darme una ducha me iba a ayudar a calmarme.
Después de haberme bañado vi que tenía llamadas perdidas de Mateo, pero no le iba a responder obviamente. Me acosté en la cama a escuchar un poco de Emilia y empecé a pensar en todo lo que pasó. ¿Le dará vergüenza estar con alguien menor a él? ¿Será eso o solo es para así seguir teniendo la oportunidad con chicas? ¿Me habrá estado mintiendo? Todo ese mar de preguntas inundó mi cabeza mientras estaba acostada cómodamente en el sillón. Mi mamá estaba durmiendo al igual que mi papá y mi hermano, y yo estaba con is auriculares para no molestar. De repente me llegó un mensaje y vi que decía: "Estoy abajo, abrime o toco el timbre." Era de Mateo ¿En serio?
Bajé apuradisima por las escaleras, para ser más rápida, y lo vi en la puerta. Lo miré enojada pero al final salí.
-Ambi, antes que nada, en serio perdóname. Todo lo que dije fue verdad, te lo prometo. Y... nunca conté nada de nosotros dos porque tenía miedo de que se burlaran de mí o que te molestaran mis amigos. Sabés que te re quiero amor, si fuera por mí le diría a todos. Solo que no sabía si vos estabas bien con eso- me quedé mirandolo, tenía culpa y yo lo sentía.
-Está bien, vos perdóname por haber reaccionado así sin saber qué había pasado.
-Estás en todo tu derecho, Nacho puede ser boludo, pero es muy bueno créeme.
Después de eso nos reímos y nos abrazamos, terminando con un fuerte beso que nunca olvidaré en mi vida. Era perfecto aunque se haya mandado una cagada. Chicos así ya no quedan, diría mi mamá.