La hockista & el piloto -young love

Nuevas cosas (Especial, Nacho y Lu)

(Especial de la historia entre Nacho y Lu narrada by Lu)

Ya faltaba poco para ir al campamento y pasar tiempo con Nacho. Había sido raro esos días, ya casi que ni se conectaba para hablar. Desde que terminó la escuela no lo veía y lo extrañaba. Está bien, hace un mes hablábamos y no éramos nada, pero a mí me gustaba. No sabía si él también, me tiraba onda pero parecía en joda (aparte de que tenía muchas charlas con chicas muy "amistosas").
Cuando el día llegó, fuimos con mis amigas a ver al novio de Ambi. Estaba súper raro. Nacho me miró y me sonrió, pero nada más. Ivo, un amigo de ellos, me dijo "hola" aunque no lo conociera, me cayó bien. Fuimos a la carpa con las chicas y hablamos un poco, yo quería ver si Nacho me venía a hablar por lo que me fuí a caminar un rato. Se habían ido de donde estaban, no los veía desde la carpa. Entonces decidí solo ir a caminar alrededor del lago que había.
Pateaba piedritas y suspiraba mientras pensaba en qué pasaba con él. Miré al cielo cuando llegué a una parte con una banca sin nadie cerca y Vi el atardecer sentada ahí.
-¿Cómo estás? -escuché desde atrás mío y me asusté, por lo que me paré y me fui un poco para atrás- Perdón, perdón, no te quería asustar.
-Ay, me agarraste desprevenida, Nacho.- dije riéndome.
-¿Estás acá sola?
-Sí, no sabía dónde estabas porque ni bien te quería ir a buscar te fuiste. Además, ni me avisaste cuando llegaste.
-Disculpa, che, ¿Tenés que saber todo? Full tóxica, pará- me dijo enojado.
-¿Eh? Nunca fui tóxica, yo solo quería saber por qué pasó lo que pasó. No me trates así cuando no hago nada -le dije y me paré-. Cuando pienses un poco, hablamos, o cuando quieras ¿No? Cómo siempre -finalmente me fuí
Ni siquiera me siguió, solo se quedó mirando al lago y puteando por lo bajo. Yo seguí mi camino ¿Quién se creía este? A mí no me viene a usar cuando se le cante.
Llegué a la carpa y vi a Maru afuera. Me dijo que no entrara, estaban hablando Ambi y Mateo. Hablamos un rato y después le dije que me iba a caminar de vuelta. Ella se tenía que quedar por si llegaba el novio, yo la entendí y volví a recorrer el bosque. En un momento encontré un hermoso lugar donde se veía ya casi la luna y me quedé ahí. Me dí cuenta de que de repente estaba llorando. No quería llorar, porque realmente no tenía sentido, pero solo me descargue en silencio. Sentí unas pisadas atrás mío, pensando que era un animal lo dejé pasar. Pero no lo era, sentí que se paró al lado mío y que me miraba. Pensé que era Nacho porque, aunque no lo mirara, de reojo podía distinguir unos rulos. Hasta que habló.
-¿Estás bien? -me preguntó-. Ya sé que no me conoces, pero igual. Conozco bien a Nacho y puedo decir que es el culpable de que estés llorando.
Lo miré, era Ivo. ¿Por qué le interesaría mi bienestar a él? Siempre nos cruzamos pero nunca hablamos. Aunque había algo que me generaba un buen presentimiento. Entonces le conté lo que había pasado, sintiéndome un poco mejor al ver que me hacía reír en ese momento tan vulnerable.