La hockista & el piloto -young love

comienzo de algo grande

Hoy es un día muy importante para mí. Era el primer día de escuela y yo sentía que este año iba a ser un muy buen año para mí. Tal vez en el hockey o tal vez en el amor, no estaba segura.
Cuando entré a la escuela pude ver a todas mis amigas y a lo lejos un chico llamó mí atención. Aunque no lo conociera, tenía algo especial, podía sentirlo mientras nos mirabamos. Lo dejé de ver y los siguientes días no presté mucha atención al hecho de que sentía algo raro cada vez que pasaba delante de él.
Un día vi que tenía instagram, y ahí lo seguí. Él me siguió también, y fue donde empezamos a hablar. Mateo era un chico carismático, tierno y muy tímido, pero también muy lindo e inteligente. Fue como si nos conociéramos desde hace un montón, nos conectamos al instante. Ahora nos saludabamos si nos cruzábamos y cada tanto charlabamos en los recreos. Mí amiga, Lu, también hablaba con su amigo, Nacho, pero esa es otra historia.
Los días pasaron y cada vez teníamos más confianza. Es entonces cuando llegó su cumpleaños, y me invitó a mí y a mis amigas. Estuvo muy divertida la fiesta, Nacho y mi amiga no pararon de hablar y ella siempre me jodía un poco cuando estaba hablando muy cerca de Mateo. Desde ese día sí que nos hicimos inseparables. Pasábamos tardes enteras en su casa o en la mía. Siempre me decía cosas lindas y yo también se las decía a él.
-Me encanta como jugas al hockey, te ves re linda- me dijo un día.
-Deberias de venir a verme.
-Mañana voy ¿Te parece?
-¡Dale!
Estaba muy emocionada, no solo porque él pensaba que me veía linda, simo porque me iba a ver y realmente quería hacerlo ya que yo le interesaba.
Al día siguiente me puse lo más linda posible y fui al partido. Ahí estaba Mateo, en las tribunas sentado. Se veía tan lindo. Me estaba empezando a enamorar de este chico.
-¡Piloto!- le grité y corrí a saludarlo
-¡Hola hockista!- me saludó y me dio un beso en la frente después de abrazarme.
Sin duda, el mejor partido de mi vida.