Sembrando dudas

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Luca me abre la puerta de su convertible y me extiende la mano para salir de el.

Sin soltar mi mano comenzamos a caminar mientras el encargado de los autos se lleva el convertible negro de Luca, Subimos las escaleras y el acomoda su brazo para entrelazar el mío.

Llegamos a la entrada y dos mayordomos nos abren las puertas, asiento con mi cabeza en dirección de uno de ellos en señal de agradecimiento, el lugar es enorme y está iluminado con mil velas, candelabros con velas, faroles con velas dentro, en el centro de las mesas hay más velas, velas y velas por todos lados.

Mesas de cristal, sillas de un color dorado con cojines blancos, ventanales enormes decorados con cortinas blancas amarradas para no perder la hermosa vista y flores blancas.

Pasamos por varias mesas y mientras busco con la mirada la mesa que ocupan mi familia veo como varias personas se nos quedan mirando.

-¿Algunos seguirán pensando que tenemos una relación en secreto?.

-Tal vez...pero nunca pasará.

-Que alivio, sería un momento humilde para mí.

Revoleo los ojos y me río.

-Solo por qué conoces mis defectos y tú no eres una blanca paloma idiota narcisista.

-Cada quien sus trapos sucios ¿No?.

Sonrió y encuentro la mesa de mis padres, la señalo discretamente con mi mano que está en el brazo de Luca para que la vea y caminemos a esa dirección, el asiente con la cabeza.

Por curiosidad miro las mesas de los costados para ver quienes están ahí.
Para mí desgracia en la mesa derecha y justo detrás de mi asiento se encuentra Aarón.

El me mira y tiene una cara seria, diría que está algo molesto.

-Luca llegan 5 minutos tarde.

Dice mi madre con un tono sarcástico casi ausente.

-Lo siento mucho pero aquí le entrego a su hija sana y salva.

Luca hace una reverencia al entregarme y mi madre se ríe, me siento en mi lugar mientras que Luca se acerca para dejar un beso en mi frente.

-Te veo después.

Asiento con la cabeza y lo veo alejarse.

Un mesero se acerca para ser un vino en una de las copas que tengo en frente y después se retira, tomo la copa para darle un trago al vino.

-Serian buena pareja, se ven lindos...o eso he escuchado.

Aarón susurra cerca de mi oído.

Dejo la copa en su lugar y giro en mi asiento para encontrarlo de pie junto a mi lo cual me hace levantar el rostro para poder verlo a los ojos mismos que están prendidos en fuego.

-Asi sería si el idiota no fuera tan...el.

Me levanto y me acercó a su oído.

-Pero no tienes por qué ser un celoso, mi familia ya te prometió mi mano o ¿Me equivoco?.

Paso por su lado y me dirijo al baño pasando por pasillos solitarios, Aarón no se quedó en su lugar, al contrario, me sigue todo el tiempo y antes de llegar al baño de mujeres el atrapa mi muñeca con su mano derecha, sin soltarme pasa por mi lado y me arrastra hasta un pasillo que estaba perfectamente escondido.

Me empuja y choco de espalda contra la pared terminando acorralada con sus manos a ambos lados de mi cintura manteniendo mi posición contra la pared.

-No me gusta esta actitud que tienes conmigo.

Sus ojos parecen cuchillos recién afilados pero ni con todo el filo del mundo logra intimidarme, le sostego la mirada firmemente y al parecer eso le molesta más.

Supongo que busca una mujer sumisa, que esté tras de el como perro. Si es así, lamento decepcionarlo.

-Antes te veías fascinada con mi presencia.

Le regaló una sonrisa de boca cerrada y poso mi mano en su nuca y hago un leve movimiento con mis dedos.

-Querido...si nuestro matrimonio es un hecho.

Mi mano libre la llevo a su pecho.

-Es mejor que dejemos las apariencias, admito que aborrezco tu presencia.

Se acerca más a mi con una media sonrisa en su rostro.

Mi mano libre la llevo a su pecho.

-Es mejor que dejemos las apariencias, admito que aborrezco tu presencia.

Se acerca más a mi con una media sonrisa en su rostro.

-La primera vez que hablamos no hiciste un esfuerzo por esconder tu incomodidad.

-¿Y tú?, déjame decirte que saber fingir muy bien.

El se ríe abiertamente mientras su cabeza cae hacia atrás.

-Ah Dios...

Susurra y vuelve a enderezar su cabeza para volver a mirarme, está vez con diversión.

-¿Fingir?.

¿Que le pasa a este loco? ¿Que le da risa?.

-Si.

Digo firme.

-Mi pequeña niña...Yo no estoy fingiendo.

-¿Debo creerte?.

El hace un gesto como si pensara o recordara algo.

-No me importa si me crees, solo te diré que...

Me toma de la barbilla levantando mi rostro al punto en el que siento su aliento mezclarce con el mío y veo en sus ojos reflejar el deseo...¿De besarme?.

-Este arreglo como tú le llamas no fue obra de tu familia.

-¿Que? ¿Co...

-Tus ojos.

Me interrumpe y pasa su mano por mi mejilla en una leve caricia hasta que la deja inmóvil.

¿Mis ojos?

-Me han perseguido noche y día desde la primera vez que te vi.

Ya me había visto antes solo que yo no lo recuerdo en absoluto.

-No me importa si no me crees que yo no estoy fingiendo, te darás cuenta con el tiempo.

Pega su frente con la mia y siento que puedo escuchar su corazón acelerado, su respiración acelerada que trata de calmarla.

Me separó de él y deshago el tipo de abrazo que teníamos.

-Ya tardamos mucho ¿No crees?.

El se quda parado con una mano en la pared y la otra la mete a uno de sus bolsillos.

Empiezo a caminar por el pasillo para regresar a la cena que ni se por que razón existe.

Minutos después escucho pasos a lo lejos y supongo que el ya viene detrás de mi pero no volteo en ningún momento.
Entro al salón donde la cena se lleva a cabo y por impulso termino detras de Luca, pongo mi mano en su hombro y su rostro se alegra de verme.

-¿Quieres escapar de esta increíble reunión?.

El se ríe suavemente.

-Eso es lo que estaba esperando.

Se levanta de su asiento y se disculpa con sus familiares, toma mi mano y antes de que lo detengan comenzamos a caminar hacia la salida.

Luna de OctubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora