-Hoy tendremos una cena con tu abuelo y tenemos un invitado especial.
Dice mi madre, estamos en el comedor desayunando. Hace un día que vi a Luca y siento que ya necesito volver a encerrarme en su departamento.
-Que maravilla.
Digo sin dar señales de alegría.
-¿No te interesa saber quién es el invitado especial?.
Dejo caer mi cubierto al plato y este hace un gran ruido que todos voltean a verme por unos segundos.
-¿De verdad quieres que te conteste?.
-Bueno al menos debes estar un poco emocionada por...
-No.
Interrumpo.
-Todo lo que yo quería para mí futuro se está llendo por la borda y a ti ¡Mi madre! No te importa.
Me levanto de golpe.
-Hija, por favor.
Dice mi padre y me vuelvo a sentar.
-Estare emocionada cuando por fin me dejes asistir a la universidad.
Mi madre se limpia con su servilleta y la deja encima de la mesa, se levanta y da unos cuantos pasos a la izquierda y vuelve a regresar a lado de su silla poniendo su mano en el respaldo.
-Gaste años en maestros y cursos para que fueras excelente con diferentes idiomas, tocando instrumentos...materias de tronco común.
Dice sería mientras mi padre se pone las manos en la cara y masajea su rostro como si estuviera exhausto.
-Alicia.
Mi padre toma la palabra.
Por fin.
-¿Qué?
Mi padre suspira y de verdad parece que está cansado de este tema.
-Julian a seguido mis pasos en la empresa, gracias a mi y a ¡Tu hijo! Nuestra fortuna sigue creciendo.
Mi madre lo mira con mucho coraje algo que no es nuevo, siempre que discuten sobre este tema la casa se prende en llamas.
-No se por que le exiges semejante estupidez a tu hija.
-Somos una familia de nivel alto y tú hija debe casarse con alguien del mismo nivel o superior.
Julian se levanta de la mesa y con el se lleva a Rogelio.
-Y Aaron es un buen pretendiente y el está dispuesto a casarse con tu hija.
-¡Claro! Regala a tu hija entonces a ese hombre.
-No es un regalo Esteban.
-Sabes perfecto que ese hombre ha querido a nuestra hija desde la primera vez que la vio hace cuatro años.
Quince años.
Yo tenía quince años.
-Lo se, recuerdo todo lo que nos dijo por eso es un buen pretendiente.
-¿Por qué? ¿Por ser un enfermo queriendo a una niña de esposa?.
"-Este arreglo como tú le llamas no es obra de tu familia..."
Recuerdo las palabras de Aarón tan seguro de lo que decía y ahora lo entiendo.
-¡La quiere, nuestra hija nunca estará desprotegida, tendrá todo o más de lo que le hemos dado!.
Mi abuelo, el padre de mi madre y dueño de la empresa donde mi padre y hermano trabajan. En una cena familiar dio a conocer la condición que había puesto en su testamento para que el hermano de mi mamá o mi padre pudieran obtener la presidencia.
ESTÁS LEYENDO
Luna de Octubre
RomanceEs momento de que la hija pequeña de la familia Shatty contraiga matrimonio con alguien de la misma clase social. ¿Pero que tan difícil es enamorarse de alguien que te conviene socialmente?. "En el corazón no se manda" Esta joven enfrenta la cruda r...