Dudas floreciendo

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**Luca.
Estoy afuera.

¡Ahora!.

-¡Ayla!.

La voz de Aarón retumba por los pasillos.

-¡Ayla!.

Miro por encima de mi hombro y lo veo caminar deprisa como si su presa se le estuviera escapando.

-¡Ayla! ¡Detente con un demonio!.

Empiezo a correr y me pierdo entre pasillos.

La casa es grande.

No conoce la casa.

Termino en la cocina y salgo por la puerta de sevircio. Mi mano tiembla pero aún puedo llamar a Luca.

**Luca

**Llamando...**

-¿Bueno?

Contesta rápido gracias al cielo.

-Pateo trasero ¡Ya!.

Escucho como avienta el teléfono al sillón del copiloto y rechinan las llantas de su convertible.

Es grande la casa.

Es grande el pateo trasero.

logro llegar a la puerta, hay dos encargados de la seguridad custodiandola.

-¡Abran la maldita puerta!.

-Señorita no pod...

-¡Abran ahora o en su conciencia queda si ese maldito desquiciado me alcanza!.

-¡Ayla! ¡No te atrevas a poner un pie fuera de esta casa!.

Volteo y el está ardiendo en llamas por su furia, le duele tanto quedar plantado o le duele tanto quedar como idiota.

-Tu...no decides sobre mi vida.

Digo con voz agitada y el empieza a caminar despacio.

Volteo rápido y a uno de los de seguridad le exijo en un susurro abrir la puerta.

-Abre por favor...

El obedece y el segundo personal se pone detrás de mi. Doy media vuelta y los ojos de Aarón revelan su intención, un frío me recorre el cuerpo pero no me voy a detener, no le voy a tener miedo.

-¡Vete a la mierda! ¡Maldito enfermo!.

El corre hacia nosotros pero lo detiene el personal de seguridad y cuál palo de madera lo tumba en el suelo y lo somete.

Yo corro afuera y logro ver el auto de Luca, el abre la puerta del copiloto y sin voltear ni perder un maldito minuto me subo.

Luca arranca el auto y antes salir disparados como bala escucho a mi madre gritar.

-¡Ayla! ¡No te vayas!.

Tarde para eso.

Tarde para eso

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Luna de OctubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora