Como Excitar a Regina George

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Narradora: Janis Ian

Juro que si esa hija de puta se vuelve a acercar a mi con una bandera lesbica diciendo "Mira Janis (lesb)Ian(a), te traje un pequeño presente, a mi me repugnaba así que me hizo acordar a ti" la empujaré hacia un autobus para que sufra lo mismo OTRA VEZ.

Así empiezo cada lunes de mierda y nunca cumplo con mis palabras, Cady, que ya no es más amiga de Regina me dice que cuando eran amigas aún no era malvada ni tampoco lo era su ejercito de zorritas, pero como son plásticas, falsas, duras y brillantes ¿adivinen que? También era mentira.

¿No se suponía que las cosas iban a cambiar? Sí, pero al regresar a clases el siguiente verano, las cosas si cambiaron, para peor.

Damian, Cady y yo eramos el centro de burlas, y recibíamos incluso más burlas que antes. Cuando sacaron a Karen Smith de su puesto como reportera matutina escolar, la descerebrada fue a la casa de Regina a llorar. Hubo un pequeño drama sobre el que no quiero dar detalle en el pequeño grupo de "amigas" de Gretchen Wieners que provocó su salida de aquél y su regreso con las plásticas y el "apuesto y maravilloso novio" que Cady tenía, Aaron Samuels, la engañó con nada más y nada menos que Regina George.

Así que sí, todo sigue igual a antes del verano pasado. Ah, y ese "noviecito" mio que tengo hace casi ya un año, sigue igual de cariñoso y atento que siempre, le tengo cariño, pero no tanto como el que él me tiene a mi. Ya en varias ocasiones me ha dicho "te amo" y yo solo supé responderle "awwwwww ¡Gracias!" Aunque no me daba ternura, sino que, por alguna razón que prefiero no enterarme cuál, me dió pena, es decir, yo lo quiero, pero no lo amo, y tampoco me hace sentir ningún tipo de placer cuando me besa, osea puede ser que este hombre en particular no sea bueno besando o... Prefiero no saber que va luego del "o".

- ¡Jan, amor, a desayunar- gritó mi madre en el instante en el que me dí cuenta que seguía vestida con mi pijama, por lo que tome lo primero que ví y me lo puse mientras bajaba por las escaleras cuya baranda de madera estaba cubierta de barniz.

-Hola ma, ¿qué hay de desayuno?

-Hola cari- ¡Janis Ian¡ ¿Qué haces en ropa interior en la cocina?

Mierda. Olvide ponerme pantalones y ahora cualquiera que se asomara por la ventana me vería en bragas. Genial. Esperen ¿esa es..? LA PUTA MADRE ESTOY JODIDA.

Y ahí estaba la mismisima Regina asomandose por la puta ventana que por alguna razón desconocida no estaba cubierta por las horribles cortinas de seda color marrón que papá compró hace ya dos años.

Alguien tocó el timbre, para ser más especificos ella tocó el timbre y ante la desesperación solo quedaba una cosa por hacer.

-¡Mamá te rueeeego que no abras la puerta por favooorr!

- ¡Ja! Pues ahora te la aguantas por no estar lista a tiempo

Con madres asi para que enemigos.
Espera.. si me apuro podría llegar a tomar el desayuno junto a mi y correr por las escaleras hasta mi cuarto. Y eso voy a hacer.

Muy tarde, mamá ya estaba abriendo la puerta a esa perra de mierda mientras la perra de mierda sonreía como la perra de mierda que era.

-¡Oh hola Regina! ¡Que agradable sorpresa! No te esperaba por aqui

- Hola Sra. Ian, si bueno, yo tampoco me esperaba por aqui - dijo la perra de mierda- pero ví a Jan algo apurada y se me ocurrió ofrecerle un aventón hacia la escuela así no tendría que ir caminando - ¿Jan? ¿Cómo se atreve a llamarme así? ¿Como si todo el daño que me causó no importara una mierda? Incluso con esa gran ofensa, respondí.

- No, gracias por la oferta Regis - comence a decir pronunciando la última palabra con un notable cariño fingido - pero mi novio va a pasar por mi, como lo hace todos los días.

- Ay, Jan, tú conoces la regla del codigo de chicas - traté de no reír al oír a la Srta. George hablando del codigo de chicas mientras ella es la menos indicada para hablar de ello - amigas antes que novios - continuó, extrañamente diciendo la última palabra con algo de asco, pero, probablemente no, estoy imaginando cosas

- Tiene razón hija, ahora, ve a cambiarte y sube al auto de Regina.

- No se preocupe por eso Señora, yo siempre llevo conmigo un par de pantalones en caso de emergencia, y opino que a Janis le quedarán perfectos, así que puede cambiarse en mi auto.

Que hija de puta.

- Oh, en ese caso subiré para llamar a Kev y avisarle que no pase por mi hoy, y voy a buscar mi mochila.

Puede que tenga que soportar un horroroso viaje con la prostituta esa, pero no pensaba estar en ropa interior en la escuela, así que no llamé a Kev, en cambio fui a mi cuarto y tomé mi mejor y mas sexy par de pantalones y lo metí en mi mochila. ¿Por qué sexy? Pues, yo ya intuía que Regina estaba atraída hacia las mujeres (no tengo pruebas, pero tampoco dudas), y aúnque no sienta nada por mi ni siquiera si su vida dependiese de ello, unas bien formadas y trabajadas piernas como las mias expuestas, la excitarían en tan solo dos milisegundos. Lo sé porque, por el tiempo que nos llevabamos bien, ella podía confiar en mi, solo que yo no en ella, y siempre me decía que los cuerpos ejercitados y musculosos la excitaban al punto de tener fantasías sexuales con la persona que sea dueña del cuerpo. Así que sí, no me traje pantalones, sino bermudas de jean, encajaban perfecto conmigo y con los estandares de Regina, pasaría el día torturandola y luciendo mis bellas piernas para que no se salga con la suya.

¿Contigo? Nunca | Janis Ian y Regina GeorgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora