Pintura Color Rosa

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Narradora: Janis Ian

Luego de unas largas horas llorando en el baño, también me dí cuenta de que siempre había estado enamorada de Regina, solo que una parte de mí lo negaba. Para peor, cuando llegué a casa la noche de ayer no pude hacer nada más que llorar. No entendía porque Regina se había ido en medio de mi presentación, es decir, ¿tanto me odiaba? Esto del amor es una mierda. Sobre todo cuando la persona que amas te odía con toda su alma.

- ¡Hola Janis! - saludó Cady con su clásico tono alegre

- Hola

- Oye, te noté algo triste ayer ¿pasa algo?

- No, no. No es nada, no te preocupes - dije tratando de contener mis lagrimas al recordar la manera en que se había ido mientras yo estaba en aquel escenario de madera.

- Ay no, Jan. Ven acá - me tomó de la mano y me llevo al auditorio, donde por cierto no había nadie - Cuentame, ¿qué pasó?

En ese instante no pude más y estallé en lagrimas. Salté a sus brazos mientras ella trataba de reconfortarme. Pero en ese momento solo una cosa me reconfortaría: saber que Regina no me odiaba. Era todo lo que necesitaba, saber que por lo menos podríamos ser amigas,  la amaba demasiado. Tanto, que incluso pensar en ella duele.

- Dime Janis, ¿quién mierda te hizo esto? ¿a quién debo matar? Yo no, obvio, pero Damian se encargará

- No la mates. No es su culpa

- No es la culpa de... ¡Vamos Jan! ¡Debes cooperar!

- Es que no puedo decirte. A nadie

- Esperaré a que puedas

Justo cuando terminó de decir aquello sonó la campana, que indicaba que era momento de ir a clases. Y ¡puta madre! Mi primer clase era biología, CON REGINA.

***

Ya estabamos en clase y podía confirmar que soy una mierda disimulando que no estoy enamorada de Regina, pues me pasé toda la clase mirandola. Y no podía aguantar no besarla, enredar mis dedos en su rubio y sedoso cabello, demostrarle todo el amor que tengo con un simple pero profundo gesto... la amo mucho.
Por otro lado ya tenía mi proxima pintura resuelta. Expresaría todo lo que sentía a traves de una pintura que tuviese como color principal el rosa.

- Janiss ¡Janis! ¿Estás ahí? ¿Qué pasa? - mierda, era Damian. Aparentemente mi clase había terminado y el había ido a buscarme para el almuerzo - Cady, Kevin y yo te estamos esperando

Puta madre. No había pensado en que iba a hacer con Kevin. No lo quiero herir, pero merece a alguién que lo ame de verdad.

- Voy a romper con Kevin

- ¿Qué? ¿Hizo algo? Oh no ¿Le fuiste infiel?

- ¡No como crees! Descubrí que no lo amo

- Entonces, ¿a quién amas? ¿Quién capturó el corazón de Janis Ian?

- Nadie - mentí con nerviosismo, cuando noté una mirada de sospecha en su rostro - ¿Qué? No miento, lo juro

- Bien, si tú lo dices. Ven, vamos a almorzar que hoy hay bolitas de papa

Habíamos llegado a la mesa y no dudé un segundo. Lo dije directamente:

- Kev - comencé - creo que... debemos terminar. No, no lo creo. Lo sé

Poco a poco notaba como la sonrisa en su rostro se desvanecía y lucía cada vez más como alguien a quien le acababan de romper el corazón

- ¿Qué? ¿Por qué?

- No te amo

- Escuchame zorra, o estamos juntos, o me convierto en tu peor pesadilla. Tú eliges

- Primero, hijo de puta, a mí no me hablas así, y segundo, ya es una pesadilla estar contigo. Elijo la última. Y si no te gusta, te tengo la solución: CHUPAME. LA. VERGA.

Y con eso salí de allí, realmente no esperaba que reaccionara así. Pero, tampoco me esperaba estar enamorada de Regina así que...

¿Contigo? Nunca | Janis Ian y Regina GeorgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora