Capítulo 7

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''-Cúbreme si no quieres que te meta una paliza.- Fue lo último que pronunció para al instante soltarme y bajar hacia el salón.

*FIN DEL FLASHBACK*''

*NARRA MELANIE*

Introduje la llave en la pequeña herradura que había en la puerta, para al instante entrar corriendo hacia la cocina y guardarlo todo. Mientras guardaba las latas de tomate frito en la despensa, empecé a tararear la canción "Homesick" de A Day To Remember"

-"Hey, mom! I wrote you some soft songs, and tell dad I'm just fine..."- Canté animadamente mientras me ponía de puntillas para dejar esta vez una bolsa de macarrones en la estantería de arriba.

-Vic, ¿Me puedes ayudar, por favor?

-¿Vic...?

Esperé unos segundos, pero no recibía respuesta. Me asomé por la puerta de la cocina hacia el exterior y pude darme cuenta de que Víctor seguía en la entrada con las bolsas en las manos mirando a un punto fijo del suelo.

Su mirada transmitía tristeza, dolor y rabia, demasiada rabia. Tenía los ojos cristalinos a causa de las lágrimas que se asomaban en ellos. Parecía que estuviese sumergido en otro mundo, en un mundo en el que todas sus pesadillas se hacían realidad para atormentarlo de sus mayores miedos.

Lentamente, emprendí el camino hacia él, intentando no hacer el más mínimo ruido por si acababa rompiéndolo más de lo que ya lo estaba Vic. Al fin y al cabo, él me había explicado todo lo que le había pasado todos estos años y extrañamente sentía la necesidad de ayudarlo en momentos como este.

Tan solo me encontraba a centímetros de él. Empecé a mirarlo fijamente a los ojos, pero él seguía sin quitar la mirada del suelo. Algo dentro de mí me decía que debía dejarlo solo, así que opté por coger las bolsas que llevaba en ambas manos y guardarlo todo.

Agarré sus dos manos con fuerza para al instante coger delicadamente las bolsas y volver a la cocina. Me giré para emprender mi camino hacia allí y empecé a caminar, pero de repente noté como algo o, mejor dicho, alguien me impedía caminar.

Giré mi rostro hacia mi mano derecha y pude notar como estaba entrelazada con la de Vic, el cual seguía quieto en el mismo lugar que antes, esta vez agarrando mi mano con fuerza. Al momento, subí la mirada hacia los ojos de Víctor, los cuales me miraban fijamente.

"No te alejes, Mel..."- Pude leer en su mirada, podía notar su estado de ánimo tan solo mirándole a los ojos.

Inesperadamente, Víctor me dio un tirón en el brazo, causando que se me cayeran las bolsas al suelo y que acabase rodeada por sus fuertes brazos.

Noté como la respiración de Vic se relajaba a medida que los segundos pasaban y nuestros cuerpos seguían unidos en ese abrazo. Yo seguía sin entender por qué estaba así, aunque en parte me daba igual ya que sabía lo duro que podían llegar a ser estos momentos y entendía que quisiese un poco de afecto por parte de alguien.

-Vic...- Dije insegura rompiendo ese silencio.

-Dime.- Susurró mientras notaba como una pequeña sonrisa se formaba en su boca.

-¿Estás bien?- Dije mientras levantaba mi rostro para encontrarme con sus labios a escasos centímetros de los míos y a sus marrones ojos mirándome fijamente.

Os parecerá raro, pero no me sentí incomoda sabiendo lo cerca que estaba de sus labios. Es más, noté un sentimiento que hacía años que no sentía, pero me debía de estar equivocando. ¿Se puede sentir algún tipo de atracción hacia alguien a quien hace poco acabas de conocer?

Vic permaneció unos instantes en silencio organizando sus pensamientos y buscando una respuesta que no me preocupase.

-Tan solo son recuerdos del pasado, no te preocupes por ello. Ya estoy bien, Mel.- Dijo dibujando una dulce sonrisa en sus labios.

Sonreí mientras asentía dándole a entender que me alegraba de que estuviese bien, Aunque en parte sabía que no era verdad. El salón volvió a quedarse en silencio, pero eso no quitaba el detalle de que Vic y yo siguiésemos abrazados de la misma forma que antes, esta vez él miraba fijamente mis labios para al rato mirar mis ojos y así sucesivamente.

No sabía qué hacer. Debo admitir que nunca me he encontrado en este tipo de situaciones ya que nunca he tenido la oportunidad de estar con alguien.

Se ve que era demasiado "rara" como para que alguien se pudiese enamorar de mí, o eso me han hecho creer mis "ex-compañeros" de clase.

Noté como Vic bajaba sus brazos para apoyarlos en mi cintura y rodearla con ellos para lentamente, acercarse a mis labios. De repente cerró los ojos y supe qué estaba tramando. Cuando noté que sus labios rozaban los míos, me aparté de él asustada por la tensión del momento mientras cogía las bolsas y corría hacia la cocina para al instante cerrar la puerta y apoyarme en ella mientras me sentaba en el suelo.

Tenía la respiración agitada y, sin creer lo que había estado a punto de pasar, sujeté mis rodillas con mis brazos y me escondí en ellos.

Siempre había soñado con el hecho de que alguien me quisiera, y por unos instantes había pensado que Victor podía ser esa persona.

Aunque, ahora que lo pienso ¿Quién querría salir conmigo? Es decir, mi vida prácticamente era una jodida mierda. Mi padre está muerto, mi madre está a saber dónde disfrutando de esa vida que me había dicho que iba a vivir sin mí y siempre he sido la "rarita" del instituto, ya que aunque ya no siguiera yendo, aún tenía ese asqueroso sentimiento de soledad dentro de mí.

Se me hacía extraño que de repente un chico apareciese en la puerta de mi casa para que al rato le invitase a que se quedase a vivir aquí y hacerme feliz, o al menos intentarlo.

Parecía esas típicas películas en las que un príncipe azul venía a rescatar a su bella princesa acompañado por su fiel corcel, quitando el detalle del corcel, ya que hubiese sido muy raro encontrarme a Vic subido en un caballo en la puerta de mi casa recitando alguna de esas típicas frases:

-¡Oh mi bella princesa! ¿Subiría usted sobre mi preciado y fiel corcel, para dirigirnos a mi gran y lujoso castillo y vivir felices para siempre?

Pues va a ser que no.

Al rato noté como alguien se dirigía hacia puerta de la cocina y, rápidamente, me levanté y empecé a guardar todo lo que contenían esas bolsas.

Vic abrió lentamente la puerta para asomar su cabeza en ella y observar como guardaba el último alimento de la bolsa en la nevera y al instante giraba mi rostro hacia él para dedicarle una bonita sonrisa, intentando ignorar lo que había pasado hace unos instantes en el salón.

-Melanie, lo de antes...

-N... No importa Vic, de verdad.

-Me dejé llevar por el momento y...

-Ya me he dado cuenta.- Bromeé regalándole una sonrisa. -Ahora ayúdame a guardar lo que queda.

Vic sonrió y sin decir nada empezó a guardar algunos paquetes en los estantes a los que no llegaba. Y aunque él no lo supiese, me había dejado durante todo el resto del día pensando en ese pequeño instante en el que noté que era posible tener un final feliz a su lado.

Let's scream until there's nothing left. (Vic Fuentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora