''Víctor se quedó paralizado mientras dirigía sus ojos hacia los míos. Esta vez brillaban como los de un niño pequeño al que le retomaban la felicidad.
-¿Lo dices en serio?
-Sí, pero con la condición de que me cuentes todo lo que te ha pasado.- Solté una leve sonrisa.
-¡Acepto!- Respondió mientras besaba mi mejilla.
Mi rostro se tornó rosado aunque intentaba disimularlo. Le di una oportunidad, ya que se le veía buen chico y algo de compañía no me vendría mal...''
Al día siguiente me levanté más temprano de lo normal. Seguramente era por el simple hecho de saber que de ahora en adelante iba a estar viviendo de nuevo en compañía. Bajé lentamente de la cama y, aún en pijama, bajé al salón para comer algo.
Mientras bajaba adormecida las escaleras, llegué a oír un leve rumor, como el de alguien hablando desde el salón. Bajé cuidadosamente con cierto miedo, siendo sinceros, y me dirigí hacia el lugar del cual provenía ese sonido.
Al llegar me encontré con Vic, el cual estaba mirando la televisión intentando no quedarse dormido. Por lo que parecía, el pobre se había tirado toda la noche despierto.
Me acerqué silenciosamente, observando desde lejos que se había puesto a ver MTV, ya que estaban dando el programa de música que dan cada mañana.
-¿Llevas toda la noche despierto?
-No he podido pegar ojo ni aunque lo intentase más de diez veces.- Dijo mientras se reponía en el sofá, dándome espacio para poder sentarme a su lado.
Sin replicar, me senté a su lado (dejando un considerable espacio entre nosotros) y subí mis piernas al sofá, abrazándolas con mis brazos mientras miraba silenciosamente el videoclip del grupo 'A Day To Remember' que estaban retransmitiendo en ese momento.
-Aún sigues pensando en lo de ayer, ¿Eh?- Pregunté mirándole de reojo.
-Sí...- Suspiró cansado. -No sé si he hecho bien en escaparme.
-Yo no tuve valor para hacer eso.
Abrí los ojos rápidamente al darme cuenta de lo que había dicho. No era el mejor momento para empezar a contarle mi vida. Bueno, en realidad sí que lo era, pero no conocía a ese chico de nada y no podía confiar en nadie.
-¿Escaparte? ¿Por qué? ¿Qué pasó?- Preguntó curioso, esta vez girándose totalmente hacia mí.
-De momento no quiero hablar de ello.
-¿P-Por qué? Dijiste que me lo contarías.
-Lo sé, pero aún no.- Finalicé cortante mientras me levantaba del sofá para hacerme un café, dejando a ese pobre chico más confundido de lo que lo estaba.
Cuando acabé de hacerme el café, vi como Vic se levantaba y empezaba a hacerse uno, repitiendo las mismas acciones que yo. Dejé soltar una sonrisa al ver la cara de felicidad que se le ponía al pegar el primer sorbo.
En cierto punto me recordaba a mí.
Noté como empezó a mirarme, soltando una pequeña sonrisa que cada vez se hacía más y más grande.
Borré la mía al instante.
Dejó soltar un suspiro y se sentó en uno de los taburetes que había delante de la pequeña barra americana que separaba el salón de la cocina. En cambio, yo permanecí quieta, esta vez delante de él. Noté como intentaba decirme alguna cosa ya que ponía una cara muy graciosa al pensar.
