Todo estaba tranquilo en el departamento de Haerin, Danielle se encontraba en el regazo de Haerin con su cabeza recargada en el hombro de la omega, quien la mimaba con cariño.
A ella le gustaba así su relación, que su alfa no fuera posesiva, celosa o que le dijera que un omega vale menos que un alfa, porque sabía que para Danielle todos eran iguales.
Nadie era mejor que nadie, su alfa respetaba mucho sus decisiones. Aunque dijeran que Danielle no era una alfa de verdad, Hae sabía que no era cierto, para ella Danielle es la mejor alfa de todas.
Marsh empezó a dejar besos en el cuello de la más baja y enterró su cabeza en su cuello.
—Omega, estás empezando a oler a leche —dijo tranquila.
Haerin salió de sus pensamientos cuando escuchó eso, bajó su mirada y vio que era cierto ya que su camiseta estaba un poco húmeda.
—Oh, no me había dado cuenta, ¿me ayudas? —preguntó suave y despacio.
Danielle asintió y ayudó a Haerin a subirse su ropa.
La omega soltó un suspiro cuando Danielle empezó a chupar su pezón, la alfa algunas veces se portaba como una linda gatita muy tierna.
Danielle estaba muy concentrada absorbiendo la leche del pecho de Haerin. Cuando se enteró que su omega era un poco diferente al resto no entendía el por qué, hasta que Hae se lo dijo.
Resulta que Kang se había desarrollado antes de tiempo, mejor dicho su omega se desarrolló cuando apenas tenía diecisiete años. Su omega desde esa edad se había preparado para tener a sus cachorros.
Haerin con el paso del tiempo se fue acostumbrando, pero a lo que todavía no se acostumbraba era a cuando sus pechos se llenaban de leche.
A veces ella y Danielle, que siempre la acompaña, iban al hospital para donar la leche para los cachorros que la necesitaban.
La doctora que atendía a Haerin le había dicho que tal vez podría parar después de tener a su primer bebé.
—¿En qué piensas, omega? —preguntó cuando se separó de sus pechos.
—En nada, alfa —respondió haciendo un puchero, puchero que Dani besó.
—Todo estará bien, omega —le aseguró, dejándole besos por toda la cara.
Haerin asintió con una sonrisa, si Danielle decía que todo iba a estar bien, ella le creería.
Por eso la menor y su alfa habían decidido que, terminando la universidad, Danielle la iba a marcar e iban a tener a su primer cachorro.
Cuando Danielle se lo propuso estaba insegura, pero a la omega le gustó la idea y preguntó el por qué no lo hacían ahora. Danielle se negó, porque ella tenía que ir ahorrando dinero. Era por eso que mayormente los fines de semana se iba a trabajar con su padre a la empresa Marsh Club.
¡Gracias por leer!
🐋
ESTÁS LEYENDO
TIERNA ALFA, daerin
RomanceTA | Haerin es una omega que cuida mucho de su alfa, pues sabe que ella es un poco sensible. Su alfa es cariñosa, le gusta que le den mimos y también que Haerin le dé su leche. Habían muchos rumores sobre que esa relación no funcionaba o que termina...