Capítulo 05

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Había pasado una semana desde que Danielle había ocupado su voz de mando y desde ese suceso ha estado muy sensible

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Había pasado una semana desde que Danielle había ocupado su voz de mando y desde ese suceso ha estado muy sensible.

Haerin estaba muy pendiente de su alfa, ya que si ella veía una película o algo que pudiera ser triste se ponía a llorar. A Haerin le parecía que su chica era toda una bebé.

—Dani, cielo —dijo entrando a la habitación de Danielle.

La omega encontró a su alfa tapada hasta su cuello y con su gorrito negro. También se dio cuenta que su nariz estaba un poco rojita y sus cachetitos igual. Se percató de que había llorado.

Se acercó lentamente y se subió para sentarse en su abdomen.

—Alfa, ¿otra vez estuviste llorando? —preguntó algo tonto, vio a Danielle negar despacio y abrazó su cintura.

—No, es que tengo frío —dijo acostando a Hae en su pecho.

La omega se acurrucó en el pecho de su alfa, quien empezó a soltar su aroma y toda la habitación olía más an ella. Kang empezó a cerrar sus ojos hasta caer dormida en los brazos de Danielle.

 Kang empezó a cerrar sus ojos hasta caer dormida en los brazos de Danielle

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—¡Danielle Marsh! —Haerin gritó enojada—. Eres una alfa tonta.

Danielle solo bajó su cabeza y su aroma empezó cambiar a uno triste.

—¿Por qué lo dices? —preguntó algo confundida.

—No te hagas la inocente, sabes que hoy era día de visitar a mis padres y se te ocurrió dejarme un chupetón en el cuello —empezó a explicar—. No sabes la vergüenza que pasé.

Tal vez Haerin no estaba midiendo sus palabras, y más cuando sabía que su alfa estaba un poco -muy- sensible.

—¿Te... te avergüenzas de mí? —preguntó con su voz entrecortada.

Kang, al escuchar eso, volteó a verla y vio que se encontraba sollozando en silencio. La culpa llegó de golpe al darse cuenta que su alfa lloraba por ella.

—No, eso no quise dar a entender, alfa —se apresuró a explicar para acercarse a abrazarla por la cintura ya que Danielle era más alta que ella. Danielle rápidamente enterró su cara en el cuello de Haerin para aspirar su aroma—. Dani, sabes que eso no es lo que quise decir, es solo que ellos pensaron que nos habíamos adelantado a nuestros planes a futuro —explicó sobando la espalda de la mayor—. ¿Me perdonas por hacerte llorar?

La alfa asintió y se separó un poco para quedar cara a cara y después hablar.

—Te perdono si comemos fresas con chocolate —propuso algo feliz, para después limpiar rápidamente sus lágrimas cuando vio a Hae asentir.

—Está bien, bebé —dejó un beso en su nariz.

A Haerin le gustaba que su alfa fuera diferente, como la primera vez que la vio, era una alfa que estaba solita, con su mirada en el suelo y balanceando sus pies ya que no llegaban al suelo. Se veía tan tierna, tímida y como una osa para abrazarla todo el tiempo. Danielle alzó su mirada cuando la vio y se sonrojó cuando vio a esa hermosa omega viéndola, y por su timidez y nervios salió corriendo de ahí.

Esa fue la primera vez que la menor vio a la alfa, pero no la última. Esa fue la primera de muchas, por eso es que ahora estaban así, dándose un beso tierno sin ninguna mala intención.

—Te amo mucho, Rinnie —plantó un beso en su frente.

—Y yo te amo a ti, mi tierna alfa —dijo en un susurro, dándole muchos besos por toda la cara.

—Y yo te amo a ti, mi tierna alfa —dijo en un susurro, dándole muchos besos por toda la cara

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TIERNA ALFA, daerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora