𝗘𝘂𝗳𝗼𝗿𝗶𝗮

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Depués de tanto tiempo, todo había terminado. Al fin ambos hermanos estaban juntos.

Fue un viaje largo y difícil. Lleno de imprevistos, lugares y personas nuevas. Llevaba en su corazón muy buenos amigos.

Entonces, ¿por qué estaba tan triste?

Para su mala suerte, había quedado totalmente flechado por su amigo Adeptus. Mentiría si dijera que no quería quedarse por él.

La esperanza de que corresponda sus sentimientos y pueda decirle cuánto lo ama no lo dejaba dormir. Xiao lo había vuelto un desastre, se sentía como un adolescente en su primer amor cada vez que estaba cerca.

Su corazón explotaba, sus manos temblaban al igual que su voz, lo cual lo hacía sentir como un verdadero idiota.

Anhelaba ser correspondido y darle todo su amor. Quería demostrarle lo feliz que lo hacía y reflejar en su mirada aquellos brillos que veía alrededor de su chico.

— Aether, ¿estás bien?

El nombrado se sorprendió al escuchar su nombre. Estaba tan sumido en sus pensamientos que olvidó estar en una fiesta, la cual, por cierto, era para festejar el tan esperado reencuentro.

Encontrar a Lumine sana y salva fue la felicidad más grande que pudo tener en su vida, sí. Pero ahora que estaba tan cerca de irse de aquél mundo, no estaba tan feliz.

Y ese sentimiento se debía a una sola persona, la que tenía en frente.

— ¿Aether...?

Sintió la mano del azabache en su hombro. Es verdad, no había contestado su pregunta.

— Sí... — habló casi en un susurro. — todo bien.

Xiao quería saber lo que carcomía al viajero, realmente quería saberlo. Verlo tan pensativo era normal, puesto que anteriormente en esos momento estaba pensando en su querida hermana. Pero ahora ya estaba con ella, entonces, ¿en qué más podía estar pensando?

No es como si no pudiera hacerlo, pero estaba decaído. Lo conocía bien para no darse cuenta.

— ¿Estás segu-?

— ¡Aether! Ven, vamos a bailar. — se lo llevó su hermana antes de que el Yaksha pudiera terminar.

Una sensación extraña se instaló en el corazón de Xiao. Como si una ventisca helada y rápida envolviera su ser.

Estaba acostumbrado a tener sensaciones extrañas cerca de Aether. Fueron tantas que empezó a anotarlas en un libro, aunque por alguna razón que hasta él mismo desconoce, cree que es mejor si el rubio no se entera. Sin embargo, nunca había sentido algo así. Y no se sentía nada bien.

Lovers | Xiaother Donde viven las historias. Descúbrelo ahora