Lovers | Xiaother

【Amor eterno】

No sabía bien como escribir esto así que me disculpo si no es de la calidad que esperaban:(.

AU moderna.

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"Amor eterno", algo tan extraño y difícil de encontrar. ¿Alguna vez conocieron a dos personas que se amen por toda la vida? Si la respuesta es un sí, ¿alguna vez conocieron a dos personas que se amen por la eternidad?

Ay el amor, una arma de doble filo.

Aunque tal vez, y solo tal vez, pueda ser real.

— ¡Aether! — gritó su hermana.

— ¿Lumine? ¿Qué pasa? — preguntó Aether saliendo de sus pensamientos sobre el amor.

— ¿Por qué no me respondías? Si vuelves a ignorarme voy a golpearte. —

— Estaba pensando, ¿qué pasó? —

— Ajá. ¿Vas a ir al museo? Se va a hacer tarde y... —

— ¡EL MUSEO! —

Aether tomó sus cosas y en un abrir y cerrar de ojos se fue corriendo en dirección al mencionado museo, dejando a su hermana sola y sin poder terminar lo que estaba diciendo.

Cuando regrese, Lumine lo va a matar.

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— Mierda. — susurró Xiao al ver la hora.
Estaba llegando tarde.

Solo tenía que hacer un boceto del cuadro que más le gustase y entregarlo a su profesor de Artes, nada difícil. Sin embargo, para entrar a ese museo debían de hacer una reserva, ya que todas las obras que habían allí eran muy preciadas, y hoy era el único día en el que Xiao podía entrar.

Xiao no era una persona impuntual, al contrario, siempre llegaba 5 minutos antes a cualquier lugar. Entonces, ¿qué sucedió?

— HuTao, te voy a matar. — así es, es culpa de HuTao. Ella lo detuvo cuando estaba saliendo por su estúpida fiesta y lo retrasó más de lo que esperaba.

Ahora Xiao corría con la esperanza de que el lugar no estuviera cerrado cuando llegue, esa nota valía el 50% de la materia y no podía dejarla pasar.

Luego de unos minutos llegó, por suerte estaba abierto.

O quizás, estaba abierto por otra razón que ahora el azabache desconocía. Tal vez, y solo tal vez.

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— Si... Si llegué... Que suerte... — agradecía Aether haciendo pausas para tomar aire. Había corrido mucho y ya no aguantaba más.

Aunque "suerte" no era la palabra correcta. Pasaron varios minutos que Aether usó para calmarse y entrar al museo.

Sabía que era un museo importante pero no esperaba que fuera tan grande. El lugar era hermoso, parecía un palacio antiguo decorado con miles de obras de arte.

Si bien estaba ahí para sacar una fotografía y entregarla a su profesor de artes, también planeaba disfrutar de las pinturas.

La favorita de Aether hasta ahora era una titulada "el bardo", en ella se veía a un chico de trenzas tocando una lira frente a un árbol gigantesco. Le transmitía paz, casi como si pudiera escuchar los delicados toques del chico en la lira.

La razón por la que este museo era tan preciado, era porque se decía que las obras que se mostraban realmente pasaron en la antigüedad. Incluso había gente diciendo que era la reencarnación de las personas en las pinturas por el parecido físico.

Caminó y caminó, si bien había encontrado muchas pinturas hermosas, había algo que faltaba. Algo que no lo convencía del todo.

Siguió caminando hasta que encontró un pequeño cartel en forma de flecha pegado a la pared. Este decía: "El viajero y el Yaksha".

Aquel título llamó su atención, por lo que se dirigió a donde la flecha apuntaba. En cuanto llegó, su sorpresa fue enorme. La persona en el cuadro era idéntica a él.

En él se veía a un chico rubio y de pelo largo con una corona de flores sentado frente a un chico de pelo oscuro. Los dos estaban en un campo de flores hermoso, mientras se veían mutuamente.

Sus rostros mostraban tanto amor y tristeza a la vez. Al bajar un poco la vista notó que ambos chicos tenían una herida en su estómago. Era un cuadro tan hermoso y grande.

Aether notó que había un cartel al lado de la obra que al parecer explicaba la historia detrás de esta. Se acercó y empezó a leerlo.

"El viajero y el Yaksha. Se dice que hace miles de años existía un viajero que recorría Teyvat en busca de su hermana perdida, sin embargo jamás logró encontrarla, por lo que se quitó la vida con una lanza.
El viajero tenía un amante, este era un gran Yaksha que al enterarse del suicidio de su amado, no pudo soportarlo y también se quitó la vida.
Se dice que el amor que ellos se tenían era el amor más grande del mundo y de las realidades. Se dice, que sin importar el tiempo que pase, se vuelven a encontrar.
Pues están destinados a amarse durante toda la vida, y toda la eternidad."

— ¿Aether? — el mencionado guió su atención a la persona que lo había llamado y al verlo quedo más petrificado todavía. Era el chico que estaba con el viajero en la pintura, o al menos era exactamente igual físicamente.

— ¿Xiao? — ¿qué acaba de decir? ¿Quién es Xiao?

— ¿Cómo...? —

— No lo sé... ¿Es tu nombre? —

— Sí, lo es. ¿El tuyo es Aether? —

— Sí... —

Ambos estaban sorprendidos, aún no procesaban lo que estaba pasando y que estaban diciendo.

Se miraron como lo hicieron hace miles de años, y de alguna forma seguían sintiendo aquel amor eterno que en esta vida aún no conocían.

— Te extrañé. — susurraron ambos al unísono, sin saber por qué lo decían.

¿Qué era lo que estaba pasando? No lo sabían, ¿era una coincidencia? Puede ser, ¿una alucinación? Quizás.

Pero tal vez, y solo tal vez, era amor.

Aquel amor eterno que prometieron la primera vez que se conocieron, jurando amarse por toda la vida y todas las vidas.

No estaban seguros de que hacer, solo sabían que al final de todo, su nuevo profesor favorito sería el de artes.

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SI PUDE. Medio chafa pero si pude.