𝗠𝘂𝘀𝗮

108 10 10
                                    

Mordió la cuchara con rabia, estaba totalmente enojado. ¿Qué es peor que terminar una relación de un año y medio? Ver a tu ex todos los días de tu vida, cosa que Xiao debía soportar vivir.

¿Y qué es peor que eso? Tener una hermana que se burla de tu estado deprimente cada que tiene la oportunidad, la diferencia es que eso no lo soportaba.

Si no estuviera concentrado en aplastar la cuchara que tenía en sus dientes, probablemente le habría pegado con ella. Pero no podía hacerlo en la escuela.

— ¿¡QUÉ PASÓ CON EL QUE DIJO QUE TE AMABA!? TUTUTUTU. ¿ACASO SE FUE Y TE HA DEJADO ILUSIONADA? — cantaba HuTao a su lado.

Se encontraban en la azotea de su enorme colegio, no había mucha gente ahí puesto que era invierno. Pero por obvias razones, el azabache no quería estar en el patio con todos los demás.

Lamentablemente "todos los demás" no aplicaba para su hermana, quien empezó a tocar su mejilla izquierda para molestarlo.

— HuTao, si no te callas voy a convencer a papá de que te de en adopción. — habló con dificultad gracias a la cuchara.

— Te pintaron pajaritos en el aire, te juraron falso amor y lo creíste...

Una mirada de total desprecio fue suficiente para que se callara. Suspiró volviendo a concentrarse en su comida.

Ella adoraba a su hermano, de eso no cabía duda. Pero verlo tan decaído y odiando lo que más amaba le hacía intentar animarlo de cualquier forma. Y no estaba funcionando.

Pasaron tres meses desde que Aether le pidió la ruptura. Tres largos y agonizantes años en los que ir a la escuela se sentía como un ácido que quemaba cada parte de tu ser. Pero para la chica lo más importante eran los cuadros.

Su hermano demostró un gran interés por el arte desde pequeño, gracias a eso aprendió a pintar y a decir verdad, es realmente bueno. Cuando conoció a Aether la inspiración en sus pinturas fue abismal. Las pinceladas eran delicadas, como si estuviera pintando sobre el mismo rubio. Tuvo una dedicación y amor hacía su hobby muy hermosa.

Pero cuando terminaron todo eso se fue por la borda. Aquél chico que pasaba el 70% del tiempo pintando no había tocado un solo pincel en tres meses. No es que no lo haya intentado, para nada. Era una maldición que su mano tomara el color amarillo acostumbrado a retratar los ojos de su novio. Lo siento, ex novio*.

El timbre sonó, indicando el fin del receso. La mujer se paró enseguida, extendiendo su mano hacia Xiao para ayudarlo a levantarse.

— ¿Vamos?

Él negó. — después te alcanzo.

HuTao lo miró con tristeza. No quería dejarlo solo, puesto que estaba segura de que, en soledad, Xiao podía ahogarse en el mar de acuarelas que teñían su ser de recuerdos.

Pero también sabía que necesitaba estar solo, así que se agachó a la altura del chico y dejó un pequeño beso en su mejilla.

— Le voy a decir al profesor Baizhu que estás en el baño.

Y así él azabache quedó completamente solo. Su cabeza se sentía pesada, como si estuviera cargando pesas del mismo tamaño que su dolor. Se dejó caer en la pared que tenía detrás.

A pesar de todo, le parecía el momento perfecto. Sin molestias, sin ruidos. Nada más que el viento y su dulce cantar.

No era un mal alumno, por lo que podía permitirse estar ahí un rato más. De todas formas los profesores confiaban en él. Y Baizhu, el profesor de biología, conocía a su padre. Eso significaba aún más confianza y tiempor para él.

Lovers | Xiaother Donde viven las historias. Descúbrelo ahora