Chester y Mandy estaban a punto de retirarse de la comisaría, todavía procesando la intensa conversación que acababan de tener. Mientras salían, fueron interceptados por Lawrie.
Lawrie: (con voz calmada) Mandy, Chester, ¿Qué tal si los llevamos a Candyland? Después de todo lo que ha pasado, un poco de seguridad no les vendría mal.
Chester y Mandy intercambiaron una mirada, sus manos entrelazadas en un gesto de apoyo mutuo. Asintieron en silencio y siguieron a Lawrie, mientras Larry se unía a ellos.
El grupo caminaba por las calles de Stark Park, el sol comenzando a descender en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosas. Chester y Mandy, tomados de la mano, apreciaban el camino, cada paso una reflexión silenciosa sobre lo que había pasado en la sala de reuniones. Detrás de ellos, los gemelos escoltaban a la pareja, manteniendo una distancia respetuosa.
Larry, incapaz de contener su curiosidad y siempre dispuesto a hablar, se inclinó hacia Lawrie y le comenzó a susurrar todo lo que había pasado.
Larry: (en voz baja) Hermano, ¿puedes creer todo lo que pasó en ese interrogatorio? La historia de Chester es... es devastadora.
Lawrie: (asintiendo, en un tono grave) Sí, es increíble lo que ha soportado. Pero hay algo en él, una fortaleza que no todos tienen. No sé cómo pudo mantener todo eso oculto durante tanto tiempo.
Larry: (mirando a Chester con admiración) Es un tipo fuerte, sin duda. Y Mandy... parece que lo ama profundamente. Esa clase de amor puede sanar muchas heridas.
La conversación de los gemelos se diluía en el aire mientras continuaban su camino. Chester y Mandy, aunque en silencio, sentían una conexión más fuerte que nunca. Cada paso hacia Candyland era un paso hacia un futuro en el que se prometían apoyo mutuo y amor incondicional.
Al llegar a Candyland, Chester dejó pasar primero a Mandy haciendo una pequeña reverencia.
Chester:(con una sonrisa) Adelante, mi dulce princesa.
El alegre momento se vio interrumpido abruptamente. Dentro de Candyland, se encontraba el rey, el padre de Mandy, con una expresión de profunda molestia en su rostro. Chester y Mandy se quedaron pálidos al verlo, sin saber qué hacía allí. El rey no era la típica persona que llegaba sin avisar; siempre le decía a Mandy cuándo iría de visita a la dulcería.
El rey, con voz fuerte y enojado, miró a Chester con desagrado.
Rey: (con enojo) Bufón, ¿Qué te has creído?
Después, miró a Mandy.
Rey:(con cara de decepción) Estoy muy decepcionado de ti. Saliste sin mi permiso y has estado en peligro por culpa de este asqueroso bufón.
Chester, Mandy y los demás trabajadores de Candyland quedaron desconcertados, ya que nadie le había dicho nada al rey.
Rey:(con voz firme) Por si te lo preguntas hija alguien de la comisaría me avisó del problema.
Los gemelos se miraron, y Lawrie, con algo de enojo, murmuró:
Lawrie: (en voz baja) R-T... ese pequeño robot. Estoy seguro de que fue él.
El rey miraría a Mandy y a Chester
Rey:(con un tono de enojo) Ahora quiero que me den una explicación de porque salieron sin mi permiso.
Mandy miró a Chester y luego a su padre, pidiéndoles una explicación. Chester no sabía si decir la verdad o mentir para no agravar la situación. Antes de que pudiera decir algo, Mandy le levantó la voz a su padre, su rostro encendido de determinación y furia.
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Triste Pero Dulce Amor
RomansaEsta es una historia donde Mandy la futura reina de Candyland y Chester su bufón enfrentarán diversos problemas. Es mi primera historia espero les guste y una disculpa por lo corto de los capítulos !Espero que disfruten la historia cualquier conse...