°•★Querida Luna... No entiendo porque me hiciste así, es verdad que estoy ayudando a los demás pero no me esta ayudando a mí... Y no estoy siendo egoísta por reclamarte de que solo me hiciste para el beneficio de los demás como los tuyos... Pero est...
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Las estrellas, al enterarse de que la Luna estaba creando una criatura, se sintieron tristes, pero entendían la situación que ella vivía. Ellas también deseaban crear una criatura y aprovecharon el momento para hacerlo.
Querían mostrarle a la Luna que la seguirían hasta el final y que no estaba sola en su esfuerzo. La creación de su criatura fue un proceso variado, pero lograron ponerse de acuerdo y lo consiguieron.
Crearon una criatura que llevara el collar de la Competitividad y que tuviera una apariencia bastante genial y reconocible para los demás.
Con ello, esperaban que esa criatura tuviera la misma esencia de acompañar y ayudar a la criatura de la Luna. Solo esperaban eso...
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El sol no se encontraba; solo las nubes tapaban todo, trayendo copos de nieve y un viento fuerte y frío. El clima era nevado y helado, lo que hacía preferible estar adentro tomando bebidas calientes.
Las criaturas estaban en sus respectivas casas, descansando y disfrutando del momento en sus hogares cálidos. Excepto Dog y Cat. Dog estaba haciendo un lindo muñeco de nieve frente a su hogar, mientras que el paradero de Cat era desconocido, aunque estaba acompañado por el Prototipo.
El portador del collar del Sol sabía esto y, aunque preocupado, le había prometido a su amigo que no se involucraría. Mientras reflexionaba, no se daba cuenta de que estaba arruinando el rostro de su muñeco de nieve.
Cuando Dog salió de sus pensamientos, quedó asombrado al ver el rostro deforme de su muñeco de nieve. Los ojos estaban desiguales, la nariz torcida y la sonrisa parecía más una mueca. Rápidamente, se apresuró a corregir los errores, arreglando con cuidado cada detalle.
Tomó dos guijarros y los colocó de nuevo para que los ojos quedaran alineados. Ajustó la zanahoria que hacía de nariz, asegurándose de que estuviera centrada, y suavizó la sonrisa con ramitas, transformándola en una expresión amigable.
Mientras Dog trabajaba en su muñeco de nieve, usando ese trabajo como modo de calmar su alta preocupación, de repente sintió una bola de nieve en su espalda. Rápidamente se dio la vuelta para ver quién había sido.