De mangos y otras frutas

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-Sentado debajo de un mango, debajo de un árbol de mango. Sentado me puse a pensar...LOS ARBOLES TENEMOS QUE CUIDAR-canté,mientras caminaba dos pasos detrás de Eros-nos dan frutas y sombras, ellos limpian el aire también son la casa de muchos animales...-

-¿En que piensas?

Mi hermoso y elegante himno fue interrumpido por la voz del azabache. Y ahora me encontraba en un debate interno, fruncí un poco el ceño pensando ahora mi respuesta: ¿Le soy sincera o me invento alguna excusa seria y profunda? Bueno, no tenia nada que perder así que me decanté por la honestidad:

-Pensaba en lo encabronado que debió quedar Doki, al ser reemplazado por una cerda tonta y rara llamada Peppa.-respondí y era cierto.

Maldita puerca recién llegada, ella ni silbar sabía.

-OK...-empezó, enarcando una ceja hacia mi- quisiera saber quien es Doki, peppa y el porqué la llamas cerda tonta, pero ni siquiera has dicho quienes son los Cullen.

-SANTOS MANGOS CON ADOBO, EROS...entiendo que vivan en donde satanás dejo los calzones pero no pueden permitirse tanta desinformación.-exclamé.

El pareció aun mas confundido, si eso era posible...no entendí que no habia captado de lo ultimo que dije hasta que soltó su duda:

-Ahora que es eso del mango con adobo santo? No me digas que los mortales ahora santifican las frutas.-pidió horrorizado

-No pero hay algunos que se hacen llamar "pansexuales", creo que eso es que te excitan los panes o algo así...no entro en esas polémicas.-agité la mano restandole importancia.- Y el mango con adobo es algo que probé cuando estuve por américa del sur o latino américa, como quieras decirle. Son una delicia.

Ya estaba empezando a salivar cuando vi a lo lejos a mi hermana junto con el ojiazul, Hermes. Como habían prometido, estaban esperándonos en la Agora de este sitio; una plaza publica donde se suelen congregar los distintos dioses y semidioses. 

El panorama alrededor era un paraíso a la vista para aquel que había nacido fuera de este lugar. La grama verde, fresca y sana por donde pasan y fluyen ríos de agua limpia y clara. Arboles y arbustos frondosos, fértiles y llenos de frutos de distintos tipos. Flores de todos los tipos, colore y olores adornando el recuadro del Edén que aquí se veía. Nadie jamas imaginaria la cantidad de atrocidades que tuvieron sede en este sitio.

La ágora era el típico lugar griego monumental, columnas de orden dórico que comienzan desde el pedestal directamente por el fuste, compuesto de tambores robustos de sección circular. Está acanalado en sus bordes, formando 20 estrías sosteniendo un techo con forma casi triangular...Un lugar imponente.

-Vamos con tu hermana, apuesto que se esta comiendo las uñas pensando en si me degollaste ya o porque tardamos tanto.

Estaba de acuerdo, pero mientras mas nos acercábamos a ellos se veía mas clara la imagen que teníamos de Orphedice y el pelo rizado. Y una vez los alcanzamos, juro por Thor que odié la imagen que presenciaron mis ojos.

Hermes sentado en uno de los asientos.

Mi hermana frente a Hermes.

MAS ESPECÍFICAMENTE ENTRE SUS PIERNAS.

AMBOS COMIÉNDOSE LAS BOCAS COMO DEMENTORES.

Supongo que mi cara era un poema muy descriptivo de mis emociones pensamientos de esos momentos, porque escuche como eros soltaba una risa por lo bajo antes del grito que se sobrepuso a los ruidos de beso de le succiona hermanas y la mocosa:

-POR LOS PELITOS DEL CALVO, SANTOS CUERNOS DE VAQUITAS Y POBRES MANOS DEL MANCO, ¿QUE COSA ESTÁN HACIENDO, DESCENDIENTES DE CRONOS?- pregunte entre alaridos.

-Definitivamente tu le das el toque de diversión a este lugar, mitad.

Ignore a cupido, para prestarle atención a la pare jita frente a mi. Hermes se encontraba pálido y con los ojos abiertos como platos, en cambio la pequeña descarada de mi hermana tenia un gesto insolente y altivo frente a mí; mentón en alto, ojos retadores, mohin en la boca y exudando altanería. 

-Hablen, hijos de fruta-demandé.

-Que quieres que te diga-empezó mi hermana con insolencia- no es muy difícil sacar cuentas. Hermie y yo estamos en una relación. Somos novios.-culmino.

-¡YO TE MATO, ZANCUDO DE DOS PATAS!-fue lo que alcance a decir antes de empezar a correr detrás de el succiona hermanas.

-¡ORPHIE, MI AMOR NO ME OLVIDES NUNCA!

-CORRE DESGRACIADO, ¡NINGÚN HERMIE VA A SER CUÑADO MIO!

El olimpo podía esperar, Zeus también...lo primero era impedir que el niño zancudo se convirtiera en mi familia.


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⏰ Última actualización: Jun 24 ⏰

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