Síndrome de Alejandría | JORUA (&team)

3

Jo se sobresaltó esa mañana cuando su alarma sonó, pues tuvo miedo de que despertara también a sus compañeros de cuarto. La noche anterior se había hecho el dormido unos momentos antes de escuchar los ronquidos de esos dos y levantarse a sacarse los lentes.

Observó su reflejo pálido en el espejo del baño, no quería decir que odiaba sus verdaderos ojos, a veces hasta los encontraba bonitos, pero no cuando estos habían arruinado gran parte de su adolescencia e infancia. Suspiro y salió para volverse a acostar, en realidad no tenía tanto sueño y sabía que podría quedarse despierto toda la noche sin sentirlo, puesto que esa era una de las "ventajas" de su condición, no necesita dormir ni comer demasiado, comía porque le gustaba, pero dormir no le apetecía demasiado, muchas veces se quedaba despierto escuchando música, pero sabía que seria demasiado extraño si sus compañeros de cuarto lo pillaban en medio de la noche, así que hizo un esfuerzo por cerrar los ojos.

Al despertarse, se fijó en que su despertador solo lo hubiese levantado a él y comprobó que fue así. Con cuidado bajó de su cama y se dirigió al baño donde colocó con cuidado sus lentes. Otra vez parecía un chico perfectamente normal. Nadie tenía por qué sospechar que no se parecía a nadie de su familia o que no le crecía vello.

Con bastante tiempo en sus manos, tomó una ducha y eligió una camiseta negra sencilla junto con pantalones de mezclilla, una vez listo pensó en despertar a sus compañeros, pero la alarma de K ya había empezado a sonar con un tono mucho más fuerte que la suya. El de pelo violeta se removió en la cama como si no quisiera levantarse, haciendo reír a Jo, Fuma también empezaba a abrir los ojos.

—Mierda, ¿eres de esa gente que madruga y disfruta las mañanas?.—Pregunto K con la voz ronca.

—Algo así.—Respondió Jo todavía riendo.—Iré a desayunar, los veo abajo.—Dijo tomando su mochila preparada, su teléfono, billetera y unos lentes de sol, a pesar de que su piel no se bronceaba, a veces sentía sensibilidad en sus ojos por el sol.

—Nos vemos.—Dijo Fuma en tono perezoso.

Él y K seguramente iban a pelear por quien usaba primero el baño.

……………

Harua se levantó con el sol, estaba emocionado por su primer día, tanto que fue a golpear la puerta de Taki ni bien se levantó, este respondió con un grito enojado al ver que había sido despertado antes de que su alarma sonará y el peligris simplemente río.

Cualquier persona que lo viera pasar probablemente sentiría la necesidad de voltear la cabeza. Un hermoso chico de cabellos grises "despeinados" vestido como para un desfile de modas con una bebida rosada en sus manos no se veía todos los días, por supuesto. Y fue bastante evidente la reacción de las personas cuando se hizo presente en el campus.

—Mierda, había olvidado lo que es estar contigo.—Río el americano.

—¿De qué hablas?, seguro te miran a ti.—Dijo el peligris, y es que su amigo se veía muy bien esa mañana, había conseguido que se ponga unos jeans normales en vez de sus usuales pantalones sueltos, además de una camiseta blanca normal y la chaqueta que él le había obsequiado -la cual si terminó siendo del agrado del pelinegro-, su cabello despeinado volaba suavemente con el viento, el chico tenía un tipo de belleza que no se veía muy seguido por ser extrajero, así que Beomgyu estaba seguro de su amigo llamaba más la atención que él mismo.

Pero la verdad sea dicha, era el combo que formaban esos lo que dejaba boquiabiertos a los que pasaban.

—Vamos a estar juntos en la orientación pero después nos separamos.—Dijo su amigo con un puchero.

—Aww, vivimos juntos, Taki, no tienes de que preocuparte.—Le aseguró este.—Es más, voy a acompañarte hasta tu primera clase, ¿si?.—Entrelazo su brazo con el del americano, y apoyó su cabeza en su brazo mientras caminaban.