Adoptado//Wolfstar

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Remus

¿Estás?

Ey lindo, ¿pasó algo?

¿Cómo está Teddy?

Bien, ansioso por vernos juntos

Sí, yo... estoy ayudando a Lily, ¿la otra semana?

Pensaba invitarte formalmente a una cita.

¿A mi?

Sí, a ti.

Oh, bien ¿cuándo?

Sábado, ¿prefieres un día de campo o una cena?

Día.

Bien, día será.

No me secuestrarás ¿o sí?

Si eso me deja mantenerte a mi lado quizá. JAJAJJA

No seas tonto, no me asustes.

Obviamente no hablo en serio, si quisiese secuestrarte y obligarte a algo ya lo hubiese hecho.

¿Eso debe dejarme tranquilo?

Sí porque significa que te amo lo suficiente para respetarte y esperarte.

Algo me dice que no sueles ser así con tus conquistas.

Esta vez es diferente, esta vez me enamoré.

Sábado a qué hora?

A las 10 am

¿No dijiste de tarde?

¿Pretendes viajar dos horas y estar solo una allá? es día de CAMPO.

Ah, es literal.

Sí, literal.

Bien, ¿pasas por mi?

Siempre.

¿Puedes ir tu a visitar a Teddy el jueves?

Sí, yo iré.

Gracias, Sirius. Beso.

Besos, Remus. Donde quieras.

Dios, ¿quién me mandó a meterme contigo?

¿Cómo respondo a eso?

Solo bromeo, te quiero también.

[...]

-Ya estamos trabajando en el trámite, señor Black, solo falta el acta de matrimonio y la firma de ambos padres, una vez que tengamos eso todo será más rápido.

-¿Cuánto más rápido?

-Depende del orfanato, pero como Teddy los quiere como mucho una semana.

-Lo más difícil es convencer a Remus de casarse- señala James- ¿te falló "la gran sirius" esta vez?- se burla.

-Buenas tardes, señor- saluda Sirius a su abogado, dándole el pie para que se retire.

-Claro, adiós señores- el abogado cierra la puerta detrás de él y Sirius mira a James.

-¿Tanto te gusta mi pene para hablar de él frente al abogado?- voltea el juego- recuerda que antes de mis hermanos fuiste mío y sé tus puntos débiles, Potter.

James balbucea, tomando un color rojo intenso.

-Yo...

-Debo irme, visitaré a Teddy. Y la semana que viene necesito a Harry, la monja nos permitió llevarlo, Teddy quiere verlo.

-Si- tartamudea- claro, solo... arréglalo con Reggie.

-Arréglalo tú, yo no quiero escuchar las quejas de mi hermano embarazado. Tú te casaste con él, tu aguántalo- concluye saliendo de la sala de juntas.

James suspira cansado, sigue siendo un problema entre los hermanos.

Sirius podría voltearlo con la palma de su mano, sabiendo los puntos justos (luego de años de amistad y descubrir su sexualidad con el otro) para volverlo completamente loco.

Alice lo envolvió en su ternura y dulzura, llevándolo a un extremo de enamoramiento que nunca pensó sentir. Una especie de obsesión por la castaña.

Y luego su esposo, Regulus, quien acarrea las virtudes de sus dos hermanos, sin llegar a los extremos que Sirius y Alice llegaban. Sexo y amor, dos en uno: en su Regulus.

Los Black son complicados, pero está seguro de sus sentimientos aunque de adolescente le costó mucho entenderlos. 

-Ey- llama Sirius asomándose a la puerta.

-¿Sí?

-¿Vamos por una cajita feliz?- propone divertido.

James sonrie ampliamente, Sirius nunca dejará de ser su mejor amigo.

-Sí, vamos.