Adoptado//Wolfstar

24

Remus busca su teléfono, su mano se detiene ante la suavidad del teléfono.

-Ese no es mi teléfono, Remus- sonrie Sirius sin dejar de ver la carretera.

-Sí, lo noté. Sácalo tú ¿quieres?- pregunta Remus, está muy sonrojado.

-¿Y chocar y morirnos?- eleva una ceja- prefiero que me toques la polla a morir ambos, Teddy se quedaría sin padres.

Remus rueda los ojos e ignora la cosa blanda para ir por el teléfono de Sirius. 

[...]

Sirius se sienta en el sillón, su cabeza duele un poco, lo llamaron uno de sus inversionistas.

-Cocinaré- propone Remus masajeando sus hombros.

-¿Sí? podemos pedir si no.

-Cocinaré.

-Bien amor, como gustes, pero no dejes de hacer eso- suspira relajándose.

-¿Puedes hablar con el registro civil? así nos dan una cita.

-Sí pero hay que esperar hasta el lunes- suspira- ¿crees poder?

-Sí.

-¿Qué harás ahora?

-Cocinar.

-Quiero mostrarte unos de mis talentos- sonrie levantándose.

Remus lo mira con intriga.

-Si es sexo supongo que eres bueno y no pasará todavía.

-Tienes la mente podrida, Lupin. No hablo de sexo, hablo de violín.

-¿Sabes tocar el violín?

-Si, ¿crees que a Teddy le guste que toque música clásica para que duerma?

-Creo que él preferiría que leas un cuento.

-Estoy seguro que tu lees mejor que yo.

-No negaré eso, tengo mucha práctica- Sirius eleva una ceja- en leer, leo mucho, ¡y luego me dices a mí!

-Yo no dije nada- eleva las manos.

-Pero lo pensaste y no, para tu información no tengo práctica. Nada, de hecho.

Sirius sonrie coqueto pero no se acerca, respetará el espacio personal de Remus.

-Toca, anda.

-¿Quieres que te toque, cariño?

-¡EL VIOLÍN!- grita molesto.

-Lo sé, lo sé. Dime qué te parece esto- se aleja buscando el violín.

La suave melodía llena sus oídos, se siente flotando en una nube.

-Eso es... hermoso, Sirius- bosteza.

-Bueno, si eso te hace dormir debería componer algo para tus noches de insomnio.

-¿Cómo sabes eso?

-Lo dijiste el otro día.

-¿Y lo recuerdas?

-Claro que lo recuerdo, ¡me gustas!

Remus sonrie enternecido y esconde la cara entre sus manos.