𝐢𝐢𝐢. 𝗮𝗯𝗿𝗮𝘇𝗼𝘀

55 6 4
                                    

Podrá sonar gay lo que diré pero dios, estár entre los brazos de Tiago me hacía sentir protegido.

Llevabamos creo que desde la mañana así, se podría decir que era una de mis cosas favoritas, abrazarlo, bueno más bien que él me abraze y me haga mimos.

[...]

—¿Estás cómodo? —preguntó Tiago al ojiverde, quien parecía no querer separarse del morocho.

Mauro respondió asintiendo como un nene. Tiago largó una risa por el gesto tierno de su novio.

Pasaron poco más de 2 horas, realmente no estaban haciendo nada más que hablar, abrazarse y darse un pico cada tanto.

Mauro no podía sentirse más feliz, era un buen día y más cuando estaba en compañía de él.

Y era algo raro tal vez para ambos, Mauro no era alguien que buscara contacto como los abrazos o besos, Tiago estaba consciente de ello y sabía que le costaba un poco soltarse.

Aún así disfrutaba cada uno de los momentos que su Mau se ponía mimoso.

—¿No vamos a salir de la cama? —preguntó el morocho sin ganas de levantarse.

—Sí querés hacemos algo —respondió Lit, estaba casi encima del otro.

No lo mal pensemos, ellos cuando querían podían ser los más tiernos como también los más pasionales si querían.

—No, no me quiero levantar —respondió Tiago.

La verdad era que estaba cansado, llevaba días metido en el estudio y hasta este día pudo descansar, y era aún mejor porque tenía toda la disponibilidad de Mauro.

—Andá flojo de mierda, para que me preguntás —habló Mauro en broma, ambos rieron por las palabras del ojiverde.

—Bueno, pero no me insultés, mi amor —dijo Tiago exagerando su tono de voz, como si fuera a llorar.

Ambos rieron nuevamente y Mauro suspiró atrayendo la atención del morocho.

Mauro se quedó pensando, mirando un punto fijo en la ventana.

—¿Amor? —casi susurró Mauro. Éste solo atinó a hacer un ruido con la garganta, dando paso a que siguiera hablando.

—Yo... me he puesto a pensar, ¿sabes? —inició algo pensativo Mauro —. No te burlés pero, me siento muy feliz, muy afortunado.

—Y eso lo he sentido desde que vos y yo, somos... novios —admitió algo apenado, Mauro no era de hablar sobre lo que sentía y su novio apreciaba que estuviera hablando así con él.

—Yo también, amor. Literal, me he sentido re feliz, muy feliz de todo —admitió Tiago mirando fijamente a su novio.

—Cada vez que despierto sé que va a ser un buen día, ¿sabés por qué? —preguntó algo divertido el morocho —. Porque sé que vos estás aquí, aquí conmigo. Y no importa qué pase, sé que lo de nosotros puede durar poco o much. Pero algo me dice que esto no es una relación más para mí.

—A veces puedo llegar a ser un frío de mierda, pero no sé hay algo en vos que me hace sentir seguro, me hace saber que vos no te va sa burlar o algo así —rió nervioso mauro y besó la mejilla del morocho.

—Te amo tanto, lindo —admitió Tiago, sonrió enamorado, muy enamorado.

Mauro no podía con la sonrisa en su cara, lo besó suavemente y logró separarse un poco, sus labios a centímetros.

—Yo también te amo, mucho —respondió de igual manera.

Nadie sabía lo que sentían a ciencia cierta estos dos. Pero cualquiera que pudiera verlos así podría darse cuenta lo enamorados que están.

Mauro sin duda ama cada vez más a Tiago.

𝘄𝗮𝘆𝘀 𝘁𝗼 𝗹𝗼𝘃𝗲.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora