𝐯. 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗼𝗹𝗮𝗿

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Hoy era un día especial.

Mentira, era otro día más.

Pero Tiago estaba un poco triste, me había contado hace poco que tenía unos temas ahí personales que lo tienen bajón.

Había estado muy sensible y todo el tiempo está pegado a mí. No me quejo pero me preocupa un poquito.

Y como buen novio que soy decidí hacer el desayuno, esta vez el no tendría que levantarse, va a ser a domicilio, todo sea por verlo feliz.

Eran las ocho de la mañana, me estaba cagando de sueño.

Me desperté y con cuidado salí de la cama, sin querer despertar a Tiago, estaba hecho bolita entre las sábanas, parecía un bebé.

Dejé un corto beso en su frente y salí de la pieza.

No sabía que iba a hacer, creo que ni siquiera sé cocinar.

Pasó un ratito y finalmente terminé mi creación, mentira, hice su desayuno favorito y café, porque lo necesitaba despierto.

En la bandeja de comida (no sabía que teníamos una) puse todo y con muchísimo cuidado subí, porque soy un tarado y me puedo caer en las escaleras.

Abrí la puerta despacito sin querer despertarlo aún, abrí y cerré ya con la bandeja adentro de la pieza.

Seguía acostadito así que que puse el desayuno en el escritorio, me acerqué con cuidado y me senté a lado de él.

Lo moví un poco tratandolo de despertar.

-Amor, Tiago, dormilón -dije suave, lo moví para despertarlo.

Recibí un 'mhmm' y después sonreí.

-Despertá, te hice el desayuno -avisé y porfin abrió los ojos, se sacó la sábana de encima con cuidado y luego me miró adormilado.

-¿Enserio? -preguntó con los ojos entrecerrados por el sueño, asentí repetidas veces emocionado.

Tomé la bandeja con mucho cuidado y la puse en el colchón, Tiago sonrió con ternura y comenzó a comer.

-¿Está bueno? -pregunté después de verlo comer un primer bocado.

Rió con la boca llena y asintió. Lo abracé de lado y besé su cachete muchas veces.

-Muchas gracias, Mau, te quedó buenísimo, te amo, de verdad gracias -me agradeció terminando de tomar el café.

-No agradezcas, lo hice con mucho amor y un montón sueño -bromeé haciéndolo reír -. Te amo más, lindo.

Le dí un pico y él volvió a acostarse, rodé los ojos antes esto.

-Salí de la cama, Tiago. Sólo por hoy ¿si?, todo el día estás aquí encerrado, vamos a salir -recordé, el suspiró, sabía que no se levantaría más.

No dijo nada y volvió a acostarse tapandose con las sábanas. Obviamente me estaba ignorando.

-No empecés, Ti. Te pido que solo por hoy salgas de la cama, después si querés dormís todo lo que quieras -repetí acercándome a él, quité la sábana de su cara y lo ví con un gesto triste.

-¿Qué pasa, mi amor? -pregunté al verlo de nuevo sensible, lo rodeé con mis brazos, el me correspondió y pronto escuché sus sollozos.

-Tranquilo, tranquilo. Aquí estoy Tiago, no te preocupés -hablé, dejando caricias en su cabello y sus lágrimas mojaron mi remera.

Era lo que menos me importaba pero no entendía a Tiago, no etendía porque lloraba.

Unos minutos pasaron y logré calmarlo, seguía acariciando su cabello y a veces su espalda.

-¿Estás mejor? -pregunté suave, estaba escondido entre las sábanas no lo podía ver.

Asintió lentamente aún con ciertos espasmos a causa del llanto.

-¿Querés hablar? -dudé en decir pero al final lo solté. No recibí respuesta por unos largos segundos.

-Vos sos un buen novio, sos es el mejor Mau, siempre me escuchás, me mimas. y yo nomas te ocasiono problemas, no soy ni la mitad de lo que vos eres conmigo -soltó inseguro y nuevamente se largó a llorar.

Se me apachurró el corazón, me iba a poner a llorar con él, pero no, tenía que estár para él.

-No sos un mal novio, eres más que eso, eres él único que me hace sentir así, me hacés sentir afortunado -confesé en un tono amoroso, acaricié lejtamente su cabello de nuevo.

-Pero eso no quita que a veces yo sea malo, te merecés más de lo que yo te doy y te conformás conmigo, no te entiendo Mau -habló con la voz entrecortada, al decir lo último me miró y sus ojitos llenos de lágrimas me ablandaron.

-Eso no es cierto, vos eres suficiente para mí, en todos los sentidos, no necesito a nadie más que no seas vos en mi vida -respondí -. Y sí me entendés, te enamoraste de mí, así que estamos igual.

Reímos por eso último. Lo tomé del rostro suavemente y limpié sus lágrimas.

-No llorés, mi amor. Nada de lo que piensas se va a hacer realidad, yo te amo mucho, te amo por que sos vos y no alguien más, te amo porque sos un lindo conmigo, te amo porque sos comprensivo conmigo -dije casi susurrando, besé su mejilla empapada de lágrimas.

-Te amo porque aceptaste ser mi novio sabiendo que me costaba expresarme y confíaste en mí -expliqué y lo besé suavemente, era como estár dormido besarlo, no me importaba nada más que eso.

Sus lágrimas pararon y me aseguré de abrazarlo toda la noche, besaba sus mejillas, sus labios, su frente.

Haciéndole saber que yo estaba ahí, que lo amo.

𝘄𝗮𝘆𝘀 𝘁𝗼 𝗹𝗼𝘃𝗲.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora