Capítulo 2: La propuesta

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POV Faye:

—Bien Faye, como notarás ya soy un hombre algo mayor, aunque aun me siento vigoroso y con mucha energía, no puedo ignorar lo obvio, aunque sé que aun me quedan algunos años más de vida no puedo dejar de lado que hay algunas cosas que debo ir preparando—decía Khun Sakda mientras yo prestaba profunda atención a sus palabras—Tal vez no lo entiendas pero en familias como la mía abunda cualquier cosa menos la perfección y la bondad, mi familia aunque me duela con todo mi corazón decirlo, está corrompida por muchos canceres que generan el tener tanto poder, es posible que ante las cámaras y las personas, las familias importantes y adineradas se vean como un ejemplo a seguir, pero no hay nada mas lejos de la realidad que eso, soy consciente de todos y cada uno de los escándalos que han hecho cada uno de mis hijos, esposa y nietos, manchando mi nombre, el cual me encargué de forjar desde abajo con las mismas cualidades, que yo considero como fortalezas, que puedo ver reflejadas en ti, todas las personas que me rodean me han demostrado de una u otra forma que solo se mantienen cerca de mí, por los beneficios que mi bolsillo y mi nombre pueden darles, todas han logrado decepcionarme de una forma dolorosa, causándole a mi alma una profunda agonía, que me preocupa que puedan corromper o lastimar a la única persona que me ha demostrado que es diferente—en Khun Sakda pude ver un pequeño brillo de orgullo cuando mencionó esa ultima frase y era obvio que podía entenderlo, mi familia biológica se había quitado un estorbo menos con mi desaparición, mostrando claramente lo que este tipo de familias era capaces de hacer, procesando lo que me decía el maestro, hablé.

—Khun Sakda, ¿Puedo saber a quien se refiere con tanto orgullo? —pregunté con genuina curiosidad.

—Claro Faye, de quien hablo es de mi nieta más pequeña, Yoko—me dijo Khun Sakda con una gran sonrisa y era evidente que, la niña pequeña que seguramente corría a los brazos de su abuelo asustada por alguna tormenta o feliz de enseñarle un dibujo nuevo que había hecho en la guardería sería la niña de sus ojos.

—Quizás te estás imaginando que me estoy refiriendo a una niña pequeña o a una bebé, lo cierto es que ella ya es una mujer, hace unos meses cumplió 18 años, pero sigue teniendo un alma noble y buena, pero en los ojos de abuelo, mi nieta preferida nunca dejará de ser una bebé para mí, sobre todo porque es la única persona que se ha quedado apreciando genuinamente mi amor de padre y abuelo además de mi regularmente aburrida compañía—comentó el maestro con un poco de tristeza.

—Maestro, usted me disculpará, pero su compañía la considero de cualquier forma menos aburrida, al contrario, es reconfortante y lo digo de forma genuina, después de mucho tiempo, además de hacerlo con mi pequeña familia, nunca me había sentido tan a gusto de hablar con alguien durante horas al punto de que me naciera contarle un poco sobre mí vida como he tenido el gusto de hacerlo con usted—tenía la necesidad de hacerle saber de alguna forma a Khun Sakda que él era una persona especial, eso podía sentirse hasta en el ambiente y era una lastima que el resto de personas que lo rodeaban no lo vieran de esa forma y se cegaran por sus necesidades.

—Agradezco la sinceridad de tus palabras Faye, tienes el mismo pensamiento de mi nieta, ustedes dos son diferentes, pero puedo ver un gran espíritu de lucha en ambas, además de ser encantadoras, te menciono a mi nieta porque por desgracia por más que he tratado de evitarlo toda la familia se ha ido contra ella tachándola de interesada, eso no es cierto, cuando intento mimarla ella se niega la mayoría de las veces diciendo que no es necesario que ya le doy mucho, lo único de lo que la logro convencer es con la comida, es algo que disfrutamos juntos y se volvió de nuestros más importantes pasatiempos y según ella la excusa perfecta para sacarme antes de las tortuosas juntas a las que debo ir todos los días—dijo Khun Sakda recordando alegremente.

—Pero así como la juzgan, también la desplazan haciéndola sentir inútil o insuficiente, ella tiene muchas cualidades, capacidades, fortalezas y habilidades que con la guía correcta podrá explotar a la cima por su cuenta, lamentablemente otra cosa que la ha afectado son los prejuicios, llegó a creer que me había fallado, hasta cierto punto con su revelación me sentí aliviado—yo lo miraba con pena por la chica y a su vez con curiosidad de saber cuál era aquella revelación que lo hacía sentir aliviado—Hace unos meses, Yoko nos citó a nosotros, sus abuelos y a sus padres a una reunión, como siempre estos tres estaban completamente desinteresados de la situación y yo me encontraba expectante, sospechando algunas cosas pero decidí no hacer conjeturas tan rápidamente, mi pequeña Yoko nos citó para confesarnos que le gustaban las mujeres, nos dijo con la mayor sinceridad que nunca había visto en ella, que era lesbiana, que lo había intentado con chicos pero no sentía con ellos nada de lo que sentía con las chicas—por alguna razón sonreí y pude entenderla, era información difícil de decirle al mundo sobre todo en uno donde todo debía ser enfermizamente perfecto, pensé mientras Khun Sakda seguía contándome sobre su nieta.

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