POV Yoko:
Desde que había hablado con Faye y decidí permití que ella entrara a mi vida, nuestra convivencia ha mejorado mucho la última semana, hablábamos mucho de cualquier cosa que surgiera por horas, incluso a veces íbamos a caminar por la playa en las noches y llegábamos tarde a casa y seguíamos hablando hasta altas horas de la madrugada, también habíamos tomado la costumbre de entrenar juntas por las mañanas y después le ayudaba con el aseo de la casa, la tensión entre nosotras estaba disminuyendo a tal punto que ya no me sentía incomoda con ella y tampoco me sentía culpable por dejarme ayudar de su parte, ella parecía estar mucho más tranquila y cómoda con mi compañía cosa que me agradaba mucho. Yo por mi parte había decido hablar con mi abuelo para poder quedarnos un par de semanas más aquí para compensar a Faye la mala semana que sufrió por mi culpa, evidentemente mi abuelo me dio un fuerte regaño que tenía más que merecido, teniendo este tiempo a mi favor podría hacer algo lindo por ella.
Por otro lado, me estaba enseñando a dibujar, ella sin ningún problema podría ser una artista de gran renombre, su talento era inigualable, me había comentado que solo lo hacía como un escape, no le interesaba realmente dedicarse al arte ya que ese era su refugio y quería dejarlo como algo para ella y algunos pocos, entendí por completo y ciertamente me sentí muy halagada de que me haya hecho parte de ese pequeño grupo de personas que podían deleitarse con su arte. Aunque eso no era lo único que hacía bien, cabía decir que cocinaba de las mil maravillas, según ella no sabía hacer mucho, pero todo con lo que me alimentaba sabia como un auténtico manjar de dioses, Faye no se daba cuenta, pero era del tipo de personas que cualquier cosa le saldría bien si le ponía el mínimo esfuerzo.
Estaba sola, ella se encontraba comprando provisiones para la semana, además que haríamos una tarde de películas, ya teníamos algunas seleccionadas solo la estaba esperando, mientras esperaba a que regresara, estaba haciendo un postre para nosotras, quería mostrarle también de mis dotes culinarios y no solo los suyos fueran juzgados constantemente, mientras vagaba por mis pensamientos ella llegó.
—Regresé Yo, había una cantidad impresionante de personas por todas partes en su mayoría turistas, se podía ver a simple vista, supongo que esta época del año es genial para venir aquí—ella comentó tranquilamente—Traje lo que me pediste, también traje algunos dulces, chocolates, palomitas y bebidas para ver las películas—mostrándome una bolsa extra y dándose cuenta de que yo estaba haciendo uso de la cocina—¿Qué haces? ¿Qué estás cocinando? —preguntó Faye curiosa—No seas chismosa es una sorpresa—le contesté alegremente y sacándole la lengua—Ya casi está listo, quiero que juzgues mis habilidades culinarias—ella solo se limitó a mirarme con una chispa de emoción y se puso a guardar todo.
Media hora después ya tuve mis bombillas de chocolate y caramelo listas para que Faye las probara, estaba muy nerviosa, nunca había cocinado para nadie que no fuera mi abuelo, la verdad nunca me imaginé cocinando para nadie más, pero el hecho de que sea ella quien pruebe algo de lo que se cocinar lo hace especial.
—Faye—la llamé tratando de ocultar mi nerviosismo—Dime Yo, ¿Ocupas ayuda con algo? —me preguntó la mujer despreocupadamente—Ya el postre está listo ¿Quieres probarlo? —pregunté, de verdad esperaba que le gustara, había puesto mucho empeño en ese dulce—Claro, tengo muchas ansias de probarlo—al escuchar esa respuesta rápidamente le serví un poco del dulce en un plato pequeño, cuando se lo serví pude ver a una niña pequeña reflejada en ella, admirando con curiosidad y emoción aquello que había servido y había hecho especialmente para ella, Faye tomó un poco de aquel postre en una cucharilla y lo probó, lo saboreó por algunos segundos que parecieron siglos, hasta que por fin dio el veredicto.
—Dulce y delicioso, extremadamente delicioso, dime que tienes más, por favor—dijo haciendo carita de cachorro suplicante—es de lo mejor que he probado en mi vida—expresó con una felicidad que era palpable en el ambiente, nunca había visto esa faceta de Faye, siempre se mostraba en una postura seria, era amable pero protectora, verla mas relajada era algo muy especial y era obvio que no iba a negarme a su pedido.
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Privilegios Inesperados
FanfictionFaye Peraya, una mujer que en parte de su infancia lo tuvo todo, pero la vida no fue justa con ella, Yoko Apasra, una mujer que a pesar de estar rodeada de lujos su familia la ve como un estorbo a excepción de su abuelo. Sus caminos fueron unidos p...