Unlawly

Ambivalencia

Observó su reflejo en el pequeño espejo de su polvo de maquillaje, tomó su labial y decidió retocar sus labios luego de haber diluido gran parte al haber estado mordiendo y presionándolos entre sí por los nervios que sentía en el momento. Se había puesto en la comisura de sus párpados una sombra verde limón que se extendía hasta la mitad del párpado, se sentía bonito aquel día.

Suspiré mirar hacia abajo, llevaba un vestido que se ajustaba en su cintura y se extendía en forma de V inversa hasta sus rodillas, retirado de este cualquier rastro de partículas que pudiera haber en él. Alzó la vista por enésima vez cuando sonó la campanilla de la puerta que anunciaba el ingreso de clientes en la cafetería donde se encontraba.

No recordaba haber ido a este lado de la ciudad ni sus tiempos de escuela; Sin embargo, el lugar era un sitio pintoresco y agradable, de ese tipo de lugares que emanan un sentimiento hogareño y esconden entre sus paredes varias historias. Una pareja de esposos fue la ingresó, saludó a la mujer de piel morena que atendía detrás de la barra y ella les saludó el saludo, el hombre le retiró el abrigo a la mujer que iba con él y comenzó a charlar con la dependienta que les ofrecía una taza de café a cada uno.

Layla suspiro impaciente y siguió arrugando la servilleta entre sus manos mientras miraba por la ventana, soltó el papel cuando este se terminó rompiendo, recargó la cabeza sobre su brazo izquierdo y se preguntó si realmente vendría.

Su piel hormigueó de pronto causándole un escalofrío, su estómago pareció encogerse y una sensación sutil y agradable como un ligero pulso eléctrico, recordarle toda su columna vertebral y salir por sus dedos. Miró por la ventana y lo vio cruzar por ella.

Se encontraba como una colegiala recién enamorada, parecía que gran parte de su felicidad no le cabía en el pecho y al mismo sentía el impulso de desmayarse en cualquier momento. Tuvo que sacudir su cabeza varias veces para recordarse que aquel encuentro podría llamarse de cualquier manera, excepto una cita, aunque ella hubiera pasado casi una hora arreglándose y él se viera tan apuesto con aquel saco negro a pesar de llevar vello facial falso en el rostro. para diferente su identidad.

La campanilla sonó y ella giró a verlo, sus mejillas se sonrojaron cuando se percató que estaba volteando hacia donde ella estaba y la estaba viendo actuar de esa manera tan infantil, se encogió en su asiento, miró la taza de café que también él le había ofrecido. como cortesía y le dio un ligero sorbo buscando lucir más casual.

— Lamento si te hice esperar— indicó Warren con su voz profunda.

Se sentó frente a ella, unos instantes más tarde una de las camareras del restaurante se aproximaron para ofrecerle café, él aceptó con un cabeceo.

— Estoy bien— respondió ella restándole importancia, aunque llevaba hora y media de haber llegado.

Sus ojos no dejaban de mirarla y ella era incapaz de mirarle de frente, sintió que al hacerlo se le olvidaría todo aquello por lo que llevaba mentalizando días, su plan de acción, se comportaría torpe y comenzaría a balbucear nervioso.

Exactamente, una semana atrás, se encontraba en los puertos de la ciudad, había seguido a los agentes del escuadrón de su marido intentando encontrar a Warren antes que ellos. Dentro del lugar se había sentido tan confundida, contrariada en aquello que debía sentir y lo que su mente racional le decía, la imagen entre el chico atento que ella conoció, con el que estaba dispuesta a escapar para hacer una vida y el asesino a sangre. Fría que había huido para dejarla atrás.

Terminó huyendo cuando intentó acercarse y atacando, en un intento de esconderse entró a una habitación donde se encontró a su antiguo chofer del autobús, era un hombre gentil, bastante entusiasta que siempre había admirado a los Stronghold. Por años luchó del lado del gobierno usando el poder que había adquirido para cambiar de tamaño, pero se creía que había caído en acción, ella misma había ido a su funeral simbólico, su familia le había pedido a William que dijera unas palabras para él.