Ucronia

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Dio un sorbo a la taza de café, pero su mente se encontraba tan distraída, divagando en otro lugar y tiempo que permaneció con ella próxima a sus labios aun cuando el líquido había terminado. Alguien tocó su hombro y se giró para ver a la mujer detrás de ella. Marine, su asistente personal, miraba a Layla con un gesto incómodo y nervioso. Layla alzó la mirada y la dirigió al resto de la mesa directiva frente a ella. Era completamente seguro de que se había perdido de algo, algo importante, pues se encontraba con una junta de inversionistas.

Layla se llevó la mano a la frente y de allí hacia sus ojos. Tarda recordó que iba maquillada y era probable que con ese movimiento se hubiera llevado parte de las sombras hacia sus lagrimales. Sospecha que confirmó cuando el ojo derecho comenzó a arderle a causa del polvo, dirigió su vista de nuevo a los que la observaban impacientes. Seguramente le habían hecho una pregunta y esperaban su respuesta o, mucho peor, habían terminado de establecer sus puntos de acuerdo a la inversión que buscaban concretar y ella no recordaba nada.

Cerró los ojos, primeramente para intentar aliviar el malestar de su ojo izquierdo y segundo en un vano intento de recordar algo de lo que habían hablado o al menos encontrar algo de lógica para tener algo que responder.

Lo único que vino a su mente fue el contacto de su mano cálida con la silla, el aroma de su colonia impregnado en su chaqueta, su voz profunda, dura pero al mismo tiempo tan reconfortante. Recordó aquel instante en que habían estado a punto de besarse o al menos eso era lo que ella deseaba, sus labios aún cosquilleaban ansiosos con que ese momento llegara, pero luego de ese extraño fenómeno y de esa llamada de Magenta, Warren decidió que era demasiado riesgoso que pudieran verlos juntos.

Layla había acudido a la cafetería donde habían acordado verse para darse información, menuda excusa más endeble para justificar sus encuentros. Ella estaba convencida apenas y podría brindarle algo de información útil y casi nada que no conociera, aun así él verse de esa manera le emocionaba.

Peace por supuesto, no apareció. Ella aguardó hasta que el lugar se quedó solo y comenzaron a limpiar las mesas, aunque su mente racional intentaba entender lo riesgoso que era todo. Cada vez más medios señalaban a Warren como el responsable oficial de este y otros actos de terrorismo, su corazón era egoísta y le reclamaba con cada latido el porqué no podían simplemente estar juntos.

— Señorita Williams... — declaró Marin, tocándola con su dedo índice en el hombro para volver a llamar su atención.

La junta, esta importante junta de inversionistas para financiar el proyecto Yssdrasil. Había comenzado como un proyecto teórico que presentó como tesis en la universidad; años de investigación y práctica con sus habilidades lo llevaron poco a poco a que este tomara forma y se transformara en una realidad. Era ambicioso, más que cualquier otro que hubiera existido, pues esperaba que tuviera un alcance global, como tal requería de inversión monetaria, para masificar el proyecto en sí, como para convencer a todos los gobiernos de su uso, pero si tenía éxito cambiaría para siempre la vida en la tierra.

Layla se sintió frustrada y miró detenidamente las gráficas que tenía enfrente, las imágenes que surgían desde el proyector, recriminando el haberse distraído por completo en ese momento, pues de fallar en esto no sería cualquier cosa.

Marine pudo darse cuenta de cómo se estaba asfixiando en tensión y como siempre acudió a su ayuda poniendo su mano sobre su hombro para tranquilizarla. Estaba acostumbrada a que la mente de su jefa volara alto, a pesar de que eso en muchas ocasiones era perjudicial como ahora. Muchas veces más había llevado a la empresa a donde estaba, la admiraba bastante, realmente intentaba hacer una diferencia en el mundo.

— Deben de perdonar a la señorita Williams, que este proyecto hoy por hoy sea prácticamente una realidad ahora que han decidido apoyar nuestra causa le causa, una inimaginable emoción que se ha quedado sin palabras— cuando Marin dijo esto Layla se sintió invadida por un indescriptible entusiasmo, su reacción impulsiva de la pelirroja concedió cuando se levantó y la abrazó con fuerza, pero más que nada por estar agradecida por su ayuda

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⏰ Última actualización: Nov 05 ⏰

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