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Han pasado dos semanas desde que Rubius y yo nos convertimos en pareja. Aún me cuesta creer cómo nuestras vidas han cambiado desde aquel día en el portal. Rubius sigue planeando citas, y cada una de ellas es una nueva aventura que me hace enamorarme más de él.Recuerdo la primera semana después de convertirnos en novios. Rubius me llevó a una pequeña cabaña en el bosque, donde pasamos la noche mirando las estrellas y hablando de nuestros sueños y miedos. Esa noche me di cuenta de cuánto habíamos crecido juntos y cómo nuestras vidas se habían entrelazado de una manera que no podía haber imaginado.
Rubius siempre encuentra formas de hacerme sentir especial. Cada cena, cada paseo, cada momento juntos se siente único. A veces, me sorprende con flores, otras con pequeños detalles que demuestran cuánto me conoce. Sin embargo, la llegada de la primavera trajo consigo algo más que solo amor y citas románticas. Mi cuerpo comenzó a experimentar síntomas que tanto odiaba: la inquietud, el calor, la necesidad y la compañía constante. Pero este año fue diferente, ya que no estaba solo. Tenía a Rubius, y él siempre estaba allí para apoyarme.
Noté que nuestros comportamientos comenzaron a cambiar. Instintivamente, me encontraba escapando de Rubius, sintiendo una necesidad de espacio y aire fresco. Sin embargo, Rubius no se daba por vencido. Me seguía a todos lados, mostrándome su interés y su amor de una manera que solo él podía hacer. Era como si estuviéramos actuando por instinto, como los osos en la naturaleza. Yo huía, y él me perseguía, siempre encontrando una manera de demostrarme cuánto significaba para él.
Hubo un día en particular, a cuatro días del inicio oficial de la primavera, cuando finalmente me dejé acariciar, besar y recibir sus mimos. Durante tres días, Rubius no dejó de mostrarme su afecto. Al principio, no entendía por qué estaba actuando de esa manera, pero luego comprendí. Rubius estaba cortejándome, no sol porque quería aparearse conmigo y tener cachorros, sino porque quería que entendiera lo importante que yo era para él. Su amor iba más allá de los instintos; era profundo y sincero
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~Solo Entre Nosotros~
RandomSpreen, un habitantes de Tortillaland, dueño de una ciudad llamada Spreenfield, y de la famosa pollería "El Pollo Feliz", terminó en un enriedo gracias a que en una de sus exploraciones, encontró el dichoso y común cofre que te daba items "chetados"...