Capítulo 3

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Al día siguiente.

Despertó y se estiró, giró y Yoongu estaba con el cabello revuelto, con la boca un poco abierta y con saliva saliendo de esta. Rió por lo bajo y lo sacudió ligeramente.

—Yoongu... Yoongu... ¡Hwang Yoongu!

—Cinco minutos más...

—Yoongu, despierta. Ya salió el sol.

—Aaah, debemos ir al comedor –se estiró.

Ya más o menos presentables, fueron al comedor y un plato de arroz ya los esperaba. No todos comían en el mismo lugar, unos comían en mesas y otros en mesas improvisadas o de plano comían en el piso. Cómo sea, agradecían comer aunque sea arroz.
Dan comía tranquilo mientras hablaba con Yoongu, contándole que es fisioterapeuta, pero que por culpa de un doctor su carrera había acabado mal.

—Ese maldito doctor.

—Lo sé, pero no me creyeron. Él tenía más autoridad y contactos.

—¿Cómo no te van a creer a tí? ¡Eres literalmente un niño! Creo que eres de mi edad.

—Ah, sobre eso...

—¿Cuántos años tienes?

—Veintinueve, ¿Tú?

—Wow, eres mayor de lo que te ves. Yo tengo veinte –asombrado.

—¿En serio me veo tan jóven?

—¡Sí! Espera a que los demás lo sepan, van a atragantarse.

Dan rió por la ocurrencia de Yoongu.

—Dan –habló Namwook– ven, los demás tienen que conocerte.

Dan se levantó de su asiento y siguió a Namwook mientras este les decía a todos que le prestaran atención.

—Bien, chicos. Él es Kim Dan, es el chico que encontramos ayer por la noche. Sé que muchos no lo vieron, pero trajo medicamentos, así que los que están enfermos ya pueden mejorar. ¿Cuántos años tienes Dan?

—V-veitinueve.

—Ya oyeron, él es su hyung. Espero que se lleven bien, sigan comiendo.

Los murmullos no tardaron en llegar, tampoco los susurros de elogios sobre como se miraba. Jaekyung desde donde estaba sentado alzó un ceja interesado.

Todos volvieron a comer y a los minutos terminaron de desayunar.

Yoongu le enseñó a Dan en que tenía que ayudar, pues todos tenían obligaciones y quehaceres. En este caso les tocaba patrullar los alrededores en grupos.

—Dan puede ir con nosotros, hyung.

—¿Dónde está Jaekyung? –preguntó Daehyun a Namwook.

—Está con Yosep. No tarda en llegar.

—Toma Papa, dáselo a Dan –un chico se acercó con un bate.

—Es para defendernos por si pasa algo –le extendió el bate a Dan.

—Gracias Yoongu.

—¡¿Por qué tardas tanto Jaekyung?!

—No me tardé, hyung. Sólo tome unas cosas.

—Jaekyung hyung puede cargar el botiquín de emergencia –Yoongu le dió este, pero Jaekyung lo alejó de su chaleco, fastidiado lo puso en el pecho de Dan.

—Él lo puede cargar.

—¡Siquiera pregúntale! –gritó Namwook.

—Oh no, está bien. Puedo llevarlo yo, no me molesta.

—Bien, vamos.

Salieron y la luz del sol los cegó un poco, apenas había amanecido, pero ya se estaba nublando el cielo. Todos seguían a Jaekyung mirando a los alrededores y caminando en silencio.
Todo lucía tan tétrico por la calle manchada de sangre y órganos por doquier. El olor era algo soportable, pero no era agradable.

¿En serio así se veía la calle? En serio en eso se había convertido Seúl; en un lugar abandonado, lleno de cadáveres, zombies y criaturas raras.

Todo estaba irreconocible, aquellas banquetas que estaban relucientes, ahora estaban llenas de vísceras y sangre. Incluso habían pedazos de carne en descomposición por el pavimento, trozos de piel grisaseas bajo los carros, estos hasta hechos mierda contra los edificios y postes de luz, el pánico había hecho a la gente chocar y quizás atropellar a esas cosas y a personas.

Casas y tiendas con las ventanas rotas, incluso con cosas amontonadas en las puertas.
Era algo que jamás pensaron ver, pero ahora lo estaban mirando con sus propios ojos. Continuaron caminando adentrándose a un centro comercial, con las puertas abiertas y con carros dentro.

—Ni este estúpido centro comercial pudo defenderse.

—¿No aquí compramos los sacos de boxeo? –preguntó Daehyun.

—Sí. Debemos revisar, ver si hay suministros y tomarlos, por algo traje la maleta.

—¿Nos separamos? –preguntó Yoongu.

—Ve con Daehyun, yo voy con él.

—¡Ah! –Daehyun lo tomó de los hombros.

—Vamos Papa, no hagamos enojar a Jaekyung hyung.

—Ve Yoongu, estaré bien –dijo Dan con una mirada dulce para que el otro estuviera tranquilo.

Ya separados por caminos, Jaekyung caminó hasta las tiendas de ropa de marca, y es que no sabía el por qué iban ahí. Dan solo seguía al pelinegro hasta que este se detuvo haciéndolo chocar con su espalda dura golpeándose la nariz.

—Auch... –sobando su nariz adolorida– ¿Por qué no me avi–

Sus palabras fueron interrumpidas cuando Jaekyung puso su mano en la boca de Dan, mientras ponía su dedo índice en sus labios, en señal de guardar silencio.
Dan hizo una seña dando a entender  que preguntó "¿Por qué?" Y Jaekyung solo rodó los ojos mientras giraba el cuerpo de Dan para que viera lo que se encontraba frente a ellos.

Por poco se desmayaba ahí mismo el castaño. Demasiadas cosas estaban rondando ahí, y al parecer eran ciegas, porque no habían notado la presencia de aquellas dos personas y creía esa teoría por la oscuridad. Dan retrocedió pero Jaekyung lo tomó del brazo atrayendo el cuerpo del castaño al suyo.

—Conozco un atajo –susurró en su oído con voz ronca, causando un escalofrío al castaño.

Caminaron hacia una tienda de cosméticos, en total silencio. Dan nunca se había topado con esas cosas, por ende le sorprendió haber visto criaturas humanoides con deformaciones. Ya adentro de la tienda, Dan se paralizó. Un cuerpo yacía en el piso, con partes faltantes al parecer mordidas y arrancadas.

—Mierda.

Jaekyung por poco explotaba con Dan.
Es que verlo así, de verdad que lo excitaba. Verlo paralizado frente a esa monstruosidad lo hizo pensar en como reaccionaria cuando viera su verga. Harto tomó a Dan del hombro y lo arrastró dentro de una bodega. El castaño seguía perdido mentalmente porque sus piernas ya se movían a la par de las de Jaekyung.
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Ya, no vuelvo a decir "al rato lo compenso". Perdón, llegué 10 días después, pero ahí tienen 4 caps.
Besitos en la cola. 💋
Los iré subiendo mientras pueda hoy.

Apocalypse Sex [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora