Mire el reloj del móvil, faltaban cinco minutos para que se hicieran las cinco de la tarde. Llevaba desde las cuatro esperando fuera, un poco alejada, ya que quería primero ver cómo sería mi familia adoptiva, pero en todo ese tiempo no había venido nadie. Cada minuto que pasaba solo hacía que mis nervios aumentaran.
A las cinco en punto, un coche negro con los cristales tintados aparco delante de la puerta. El coche parecía bastante lujoso. Del coche se bajó un hombre que rodeo la puerta y abrió la trasera derecha, de la cual primero salió una mujer rubia, que llevaba un vestido blanco donde estaban sujetas unas gafas de sol negras que combinaban con sus tacones y su bolso, y seguido de ella, un hombre castaño en traje, quien le dijo unas palabras al otro hombre y este le dio las llaves del coche. Ambos parecían muy alegres y se dirigieron hacía la entrada de la mano. El otro hombre se quedó esperando fuera.
"¿A qué esperara?"
Poco a poco me fui acercando hacía el hogar de acogida. Mientras pasaba al lado del misterioso hombre, me sonó el móvil indicando un mensaje.
Directora:
¿Dónde estás? ¡Quedamos que serías puntual! Zaira, ellos ya están aquí." Así que esos eran mis padres adoptivos."
Si soy sincera, me dieron buena impresión, pero no me iba a emocionar. Nada más entrar, fui directamente a su despacho. Toqué dos veces la puerta. Los nervios me mataban.
- Puedes abrir, Zaira. - Escuche a la Directora.
"Relájate, relájate. Solo abre la puerta y enfrenta la situación"
Respire hondo y la abrí encontrándome con tres miradas. Todos me estaban sonriendo en un gran silencio, que decidí romper.
- H-hola. - Me arrepentí nada más soltar eso por mi boca.
"Van a pensar que tengo algún problema."
Lo único que se me ocurrió en ese momento, fue agachar la cabeza.
- Zaira, es tímida. - Informó la Directora. - Aun así os aseguro que ella tenía muchas ganas de conoceros, ¿Verdad, Zaira? - Me limité a asentir.
- También nosotros teníamos ganas de conocerte. - Hablo el hombre.
Ahora que los veía de cerca, tenía la sensación de que ya los conocía.
"¿Dónde los habré visto?"
- ¡Ay se me olvidó presentaros! - Exclamó la Directora. - Zaira, ellos son Thomas y Amelie Zürcher. - Me acerqué a ellos y les tendí la mano con apatía.
- Encantada. - Thomas me la aceptó de inmediato mientras Amelie se me quedó viendo con la mano tendida.
"Tal vez ya está arrepentida de la adopción."
Esa duda se incrementó cuando se levantó de su asiento aun mirándome.
- ¿Te puedo dar un abrazo? - Preguntó Amelie.
- Claro que puedes. - Respondió por mí la Directora. Amelie me miró como si estuviera pensando lo mismo que yo.
- La pregunta era para Zaira, Georgia. - Solté una risa, la Directora odiaba que dijeran su nombre. Amelie me guiñó un ojo como si ella lo supiera. - Entonces ¿Te lo puedo dar? - Asentí con recelo. No me gustaba el contacto físico con desconocidos, pero la Directora me está matando con los ojos.
Enseguida me achuchó entre sus brazos. No sabía cómo sentirme. Tenía una sensación en mi interior que no sabía cómo describir, solo tenía claro que era algo bueno.
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Cambio de vida
RomansaDespués de pasar por una mala situación, Zaira se encuentra con que ha sido adoptada. Ella decide tomarlo como una oportunidad de escapar de todo y empezar de cero, como un cambio de vida. Sin embargo, su plan se complica en cuanto descubre lo que s...