Cambio de vida

Capítulo 8

21 de junio del 2022.

— A continuación, Alexander Vanderbilt y Zack Ward son los encargados de hacer el discurso. — Ambos se acercaron al estrado y después de comprobar que el micrófono funcionaba, empezaron a hablar.

Su discurso fue precioso. Tengo que confesar que, a pesar de que, yo les ayude con ello, el final no me lo esperaba para nada.

— ... Antes de que nos echen. — Alex lanzó su característica sonrisa al público. — Queremos dedicarle unas palabras a una persona muy especial para nosotros.

— Aunque no estás presente en este momento. — Zack intervino. — Querida hermana... Gracias. Gracias por habernos apoyado en todo momento, por sacarnos una sonrisa en nuestros peores momentos, por ser la mejor persona que uno puede conocer en esta vida, por hacer que te tengamos como ejemplo para nunca rendirnos, en general, gracias por todo.

— Sin tí, no hubiéramos podido lograr esto. — Alex hizo referencia a su diploma. — Por ello, hoy, te lo queremos dedicar. Te echamos de menos y...

— Señorita Zaira, ¿puedo pasar? — Paré el video y guardé todos los pañuelos usados en un cajón de la mesilla.

— Eh...— Apague el móvil. — Si, claro, Abby. — Dije mientras rezaba porque no me preguntará qué hacía despierta a estas horas.

— Buenos días. Siento molestarla tan temprano, pero... — No la entendí hasta que mire al reloj de la mesilla, eran las ocho de la mañana.

"Esto tiene que ser una broma. No me he podido pasar toda la noche despierta viendo los videos de la graduación."

Después de observar el reloj durante un tiempo, acabé aceptando que no había dormido una mierda. Solo esperaba que no me repercutierá el día de hoy, sobretodo por el brunch al que iba a asistir con Thomas y Amelie.

— ... te están esperando en el jardín. — Terminó de decir Abby.

— ¿Eh? — Se me quedó mirando a la vez que soltaba un bostezo. — Perdona, ¿me lo podrías decir de nuevo? — Ella solo me sonrió.

— El señor Thomas y la señora Amelie están en el jardín y me han pedido que te avise para que bajes. — Asentí procesando la información.

— ¿Les puedes decir que me acabo de despertar y que bajaré en unos minutos?

— Desde luego. — Cerró la puerta tras ella.

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— ¿ De quién es el cumpleaños? — Pregunte al ver el patio decorado con globos y lleno de regalos.

— Zaira, qué susto. — Exclamó Thomas, quien se encontraba de espaldas a mí cuando hablé.

Luego, sin contexto, él y Amelie se acercaron para darme un abrazo. Probablemente era por no haber dormido nada, pero no estaba entendiendo absolutamente nada. Me sentía bastante tonta hasta que, por fin, Amelie me comentó lo que pasaba.

— Hoy se cumple un mes desde que te adoptamos, por ello, te hemos preparado esta pequeña sorpresa.

— Espera, ¿ya ha pasado un mes? — Parecía que fuera ayer cuando recién los conocí.

— Sí, y tenerte con nosotros ha hecho que sea uno de los mejores meses de nuestra vida. —dijo Thomas.

— También ha sido uno de los míos — Respondí, siendo completamente sincera.

Estaba demasiado cómoda con ellos, y eso me asustaba un poco. No quería acostumbrarme a su presencia y que luego me devolvieran, aunque dudaba que lo hicieran, pero siempre es mejor prevenir que curar.