Lo que pudo ser

Fuera De Sintonia

Las palabras de Alastor hicieron que los ojos de Vox se abrieran enormemente y dejará escapar un; "¿qué haz dicho?".
El ciervo sorbió su café, en completo silencio dejando al televisor casi congelado con esa expresión, ese gesto helado sobre su pantalla por unos largos segundos hasta que finalmente la mirada de Alastor se enfocó en él.

— Dije que estaré fuera el día de hoy... En realidad no sé cuanto tiempo vaya a tardar en mis deligencias, pero prometo llegar antes del anochecer.

— O... Oye espera... Y ¿por qué me avisas de esto? Suena como si...

— ¿Cómo si no fuera a llevarte? Oh quizá se deba a que en realidad no planeo llevarte... Esta vez iré solo.

Estas palabras hirieron profundamente el orgullo de Vox, quien en un intento desesperado de tratar de convencer a Alastor de llevarlo, empezó a seguirlo por toda la casa, pero el ciervo había tomado su decisión, durante toda esa media hora en la que Alastor se arreglaba para salir, Vox suplicaba incesantemente casi entre ahogados sollozos por apelar a la amabilidad del demonio de la radio, pero por más que se esforzaba, éste último ni siquiera dudó un poco y antes de salir de la casa beso con dulzura uno de los costados de la pantalla de Vox.

— Volveré antes de las 8... Por favor prepara una rica cena para ambos.— Con una sonrisa se lo pidió, mientras Vox solo lo miraba con un gesto de tristeza.

— Ahh pero... Agh... Bien.

Fue lo único que alcanzó a decir Vox antes de ver a su amado ciervo, caminar, alejándose y perdiéndose entre las calles, durante el transcurso del día Vox empezó a investigar y buscar todo lo que pudiera saber sobre esa realidad, pero la escasa información no le ayudaba en lo absoluto, mientras esto pasaba, Alastor caminaba bastante animado, incluso saludando a algunos pecadores que se cruzaban por su camino, al finalmente llegar al barrio caníbal, volvió a tener la bienvenida de Rosie, quien no dudó en abrazarlo, después de un efervescente saludo ambos fueron para tomar el té juntos, pero el porte de ambos cambió cuando finalmente estuvieron a solas.

— Entonces.... ¿Finalmente haz tomado una decisión? — Habló Rosie para después beber de su té mirando con seriedad a Alastor.

– Antes de iniciar esta conversación... Me gustaría debatir algo seriamente contigo querida...

Interrumpió Alastor mientras imitaba la acción de Rosie bebiendo tranquilamente su té, era caliente y tenía un claro sabor amargo que a cualquier otro habría hecho hacer una mueca, pero el ciervo lo bebía con tanta calma y degustaba de su agrio sabor, casi como si fuese la bebida más dulce de todas, finalmente bajo su taza con un ligero estruendo, haciendo chocar la base de la misma sobre su pequeño plato.

— ¿Qué es lo que deseas debatir con tanto entusiasmo? — Preguntó Rosie mostrando su impaciencia, esto hizo a Alastor soltar una pequeña carcajada, mientras bajaba sus orejas y casi como si fuese un libro abierto, Rosie sonrió expresando confianza, sabía perfectamente de antemano lo que vendría. — Así que se trata sobre él.

Con un tono de voz suave dijo Rosie mientras apoyaba ambos codos sobre la mesa, únicamente para recargar su cabeza sobre sus manos entrelazadas.

— ¿Es acaso que ha cambiado? ¡Cuéntame todo!

Esta energizante respuesta hizo que el ciervo se tornara rojo, suspirando y sin alzar ni un solo centímetro sus orejas, al final dirigió su mirada a la de su camarada, la cual se encontraba aún más impaciente.

— Él... Ha estado actuando de una manera muy peculiar estos meses, ni si quiera parece ser el mismo, de pronto es... Atrevido, energético, complaciente... No lo sé es atrevido y también muy... Agh... ¿Torpe?