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- ¿estás seguro que no es radiactiva esta cosa? – Matias miro a Naruto fruncir su ceño al dejar la bandeja sobre la mesa – Ey, yo solo digo, casi haces explotar la cocina cuando la intentaste encender.

- vete al cuerno – el rubio molesto le mostro el dedo de en medio al castaño que se carcajeo divertido sin prestarle atención. Naruto tuvo que cocinar por insistencia de Hinata, ella hizo hincapié en que, le tocaba a el dado que Matias hacia hecho la cena la vez pasada.

Fue gracioso verlos pelearse, la realidad es que en habilidades culinarias no estaban tan distantes, quizás Matias tenía más gusto por el picante que Naruto, sin embargo, siempre estuvo para chuparse los dedos lo que preparaban.

Obvio que, de costumbre, las risas, bromas, anécdotas de estos dos que, ciertamente, nunca fueron inventadas y demás estuvieron presentes en la cena.

Quizás, cuando esta vez, por decisión, las chicas levantaron la mesa y se pusieron a limpiar los elementos usados, Matias y Naruto hablaron de lo "importante" - ¿averiguaste algo?

- muchas cosas – el castaño suspiro – mi elemento en rusia me dejo información de valor – el castaño agarro su copa de vino observándola – es extraño... pero Tomas asegura que no lo pudo ver en su totalidad... solo dijo que es alto.

- vaya...

- en fin, le voy a hacer una visita pronto.

- respecto a lo que dijo la anciana...

- ya envié a varios efectivos de la Marina encubiertos... Farah ya comienza a tener renombre, solo hay que estar atentos a Estados Unidos. Rusia ya les ofreció las armas a menor precio.

- Matias...

- si Naruto – el castaño soltó un suspiro – Me da igual lo que esa vieja haya dicho.

- sabes... he probado con "espiritistas" chamanes y demás... nunca me dijeron eso – el castaño miro al rubio algo extrañado – Ey... no me puedes juzgar.

- nos maldijo Dios Naruto, no un demonio.

- sin embargo, a mí no me dijeron que la maldad del mundo está impregnada a mi alma – el castaño negó soltando un suspiro.

- será porque no mataste a tantos como yo – el castaño le dio un trago a su copa y luego se echó en su silla – será porque... por frustración no le gritaste y lo maldijiste prometiendo subir a matarlo.

- ¿hiciste eso?

- qué más da – este levanto sus hombros – quizás, si lo mosqueo, me mata y se acaba esta tortura – el rubio sonrió y bajo su rostro.

- ¿y prefieres vivir en el infierno?

- debo tener un palco VIP a un lado de Hitler – la risotada de Naruto alegro la charla.

- estoy seguro que debes ser una celebridad ahí abajo – el castaño se sonrió y negó divertido.

- ¿Cuándo le vas a decir? – Matias miro a Shion un momento. Ella reía divertida con Hinata mientras juntas conversaban.

- no lo sé – el soltó un pequeño suspiro – quizás no lo haga. Me gusta que se preocupe por mi – Naruto levanto su ceja curioso y Matias le mostro su brazo izquierdo que estaba vendado – me corte sin querer... ella hizo este vendaje... - Matias se sonrió divertido – la escena que hizo fue muy tierna – el rubio sonrió al oír aquello y noto como venían las mujeres.

- ¿de que hablan ustedes dos? – Matias se levantó excusándose - ¿A dónde va?

- tengo que buscar el postre. Lo deje en el congelador del patio – Shion sonrió al verlo irse.

Eterno Mal (NaruHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora