capitulo 2

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La magia del teatro

El joven maestro, Draco, conocido en la pequeña ciudad por sus magistrales obras de teatro y títeres, se movía con destreza por su salón de clases. Sus estudiantes lo adoraban por su creatividad y la manera en que transformaba cada lección en una aventura emocionante. La escuela primaria donde trabajaba era su refugio, un lugar donde podía dar rienda suelta a su imaginación y contagiar a sus alumnos con su pasión.

Una tarde, mientras los niños salían del aula, el maestro se quedó en el aula, preparando su próxima gran obra. Sobre una mesa, había una variedad de títeres y accesorios cuidadosamente organizados. El tema de la nueva obra giraba en torno a una épica aventura de caballeros y dragones, una historia que sabía fascinaría a sus jóvenes espectadores.

—Esta vez, será aún mejor —murmuró para sí mismo mientras ajustaba el casco de uno de los títeres, similar al que él mismo llevaba en sus actuaciones escolares.

El proceso de preparación no era simple. Cada títere debía tener su propio carácter y diseño único. Con esmero, ajustaba las cuerdas y probaba los movimientos, asegurándose de que cada uno pudiera expresar emociones y acciones con precisión.

A medida que trabajaba, su mente vagaba. Pensaba en su vida fuera de la escuela, una vida que, aunque llena de satisfacciones, carecía de una conexión más profunda con otra persona, el deseo de encontrar a alguien que compartiera sus pasiones y entendiera su dedicación lo inquietaba.

Con una sonrisa determinada, continuó preparando el escenario para su obra. El salón se transformó en un reino de fantasía, con castillos de cartón y dragones de tela. Las horas pasaron rápidamente, y la luz del atardecer entraba por las ventanas, dándole un brillo mágico a la escena.

Mientras ensayaba los diálogos y los movimientos de los títeres, el hombre de la cabellera roja se sintió plenamente en su elemento. Cada voz que daba vida a los personajes era una melodía que resonaba en su alma.

Finalmente, al caer la noche, se detuvo para admirar su trabajo. Sabía que sus alumnos estarían encantados con la nueva obra, y eso le llenaba de satisfacción. Pero en el fondo, seguía esperando el día en que alguien especial entrara en su vida.

—Quizás algún día —susurró mientras apagaba las luces del aula y cerraba la puerta tras de sí, dejando atrás el reino de fantasía hasta el siguiente ensayo.

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E

ra una tarde soleada y el auditorio de la escuela primaria estaba repleto de niños, todos esperando ansiosos el comienzo de la obra de títeres. Las luces del escenario brillaban con intensidad, y la atmósfera estaba cargada de emoción. Draco, con su casco rojo y su guitarra transformada en títere, estaba en el backstage, dando los últimos retoques a los títeres y ajustando las cuerdas.

—¡Va a ser un gran espectáculo! —dijo Draco, sonriendo a sus compañeros brawlers que lo ayudaban en la producción.

Draco miró a su alrededor y vio a Shelly, la profesora de historia, acomodando a los niños en sus lugares. Ella, con su cabello recogido y su actitud enérgica, era conocida por su habilidad para mantener el orden y su pasión por enseñar historias de valor y coraje.

A su lado estaba Colette, la bibliotecaria,una chica algo peculiar, organizando los libros y materiales de referencia. Colette era una enciclopedia andante, siempre dispuesta a compartir su vasto conocimiento con cualquiera que lo necesitara. Aunque a veces no la pueden callar, menos cuando se trata de temas que ella solamente entiende.

Max, la maestra de educación física, verificaba los últimos detalles de los efectos especiales. Con su energía inagotable y su pasión por el deporte, siempre encontraba la manera de hacer que cada actividad fuera emocionante y educativa para los niños.

Buzz, el profesor de biología, estaba ajustando algunos elementos del escenario. Con su conocimiento profundo de la naturaleza y su habilidad para hacer que las ciencias cobraran vida, el dinosaurio siempre encontraba maneras de integrar lecciones educativas en cada actividad.

Finalmente, Draco ajustó la última cuerda y se preparó para salir al escenario. La obra de títeres estaba lista para comenzar.

La obra comenzó con un suave murmullo del público infantil, que pronto se silenció para escuchar la narración inicial. La historia trataba sobre un grupo de caballeros valientes que, al enfrentarse a un dragón, aprendían la importancia de  la cooperación.

El escenario se llenó de vida con los títeres interpretando a los caballeros. Draco manejaba al caballero principal, mientras que Shelly, Colette, Max y Buzz se encargaban de los otros personajes. Los títeres se movían con habilidad, y las voces de los brawlers daban vida a los diálogos.

En una de las escenas más destacadas, los caballeros discutían sobre cómo enfrentarse al dragón. Cada títere aportaba una idea, y finalmente, decidían unir fuerzas.

—¡Juntos podremos! —exclamó el títere principal, levantando su espada de juguete.

El público infantil aplaudió con entusiasmo. Draco, aunque concentrado en los títeres, se sentía satisfecho con el impacto que la obra estaba teniendo en los niños. Colette y Max también estaban emocionados, disfrutando cada momento de la obra.

En el clímax de la historia, el dragón apareció en el escenario, representado por un gran títere manejado por Buzz y Shelly. Los caballeros, en un despliegue de valentía y trabajo en equipo, lograron "vencer" al dragón, enseñando al público la importancia de la unión y el trabajo en equipo.

La obra culminó con una gran ovación del público. Los niños, con rostros radiantes de felicidad, aplaudían mientras los títeres hacían una reverencia. Draco salió al escenario con sus compañeros brawlers, sosteniendo a los títeres.

—¡Gracias a todos por venir! —dijo Draco, tomando el micrófono—. Esta obra no habría sido posible sin la ayuda de los demas maestros. ¡Démosles un fuerte aplauso!

El auditorio estalló en aplausos y gritos. Los niños, visiblemente emocionados, seguían aplaudiendo mientras los brawlers hacían una última reverencia. Draco, aunque cansado, se sentía lleno de orgullo y satisfacción. Sabía que había cumplido su objetivo: enseñar a los niños valiosas lecciones de vida a través del teatro de títeres.

Mientras el público comenzaba a salir, Draco se quedó un momento más en el escenario, observando a los niños celebrar con entusiasmo. Colette se acercó corriendo y abrazándolo por la espalda.

—Fue una obra maravillosa, Draco. Hiciste un trabajo increíble —dijo ella.

Draco sonrió, asintiendo.

—Gracias, Colette. No podría haberlo hecho sin ustedes. Hoy, más que nunca, siento que estamos enseñando algo verdaderamente importante.

Con ese pensamiento, Draco se unió a sus compañeros en la celebración.

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Notas
Pensaba poner primero a Edgar como otro profesor pero dije que no le quedaba para nada lo de cuidar a niños así que tome a shelly

¡Gracias por leer!

Melodías de cambio|Melodie X Draco|Brawl Stars Donde viven las historias. Descúbrelo ahora