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Miércoles.

El día anterior lo había pasado increíble junto a ese chico max, nunca pensó que podría pasar un buen momento con alguien cómo él. Alguien que de seguro su plato de comida más lujoso fue un completo en un restaurante y no un puesto de la calle, no es que estuviera siendo clasista o algo por el estilo, más bien era poco usual que personas TAN distintas lograrán convivir sin que el otro le estuviera intentando robar algo, tal vez si estaba siendo clasista.
Fue interrogado por sus amigos varias veces la noche anterior con la intención de sacar algo de información sobre esa salida "extraña" según las palabras de sus amigos, bradley solo se excuso diciendo que quería conocer más al chico para encontrar la manera perfecta de ilusionarlo, pero bradley sabía muy bien que ese plan se había ido directo a la basura en el momento que se dejo llevar por la emoción y olvidó preguntar, sacar información. Tampoco intento tener algún acercamiento, hasta llegó a olvidar ese plan por unos minutos o más bien dicho horas. No quería que sus amigos se dieran cuenta de ese pequeño tambaleó.

Bajo al comedor con su uniforme bien planchado por su madre, al ver a la mujer preparando un café para su padre le dió un beso en la mejilla.

—Buenos día, mamá. ¿Cómo amaneció? — se sentó en una de las sillas.

—Con mucho sueño, anoche escuche muchos ruidos en la casa de al lado.

—Yo no escuché nada. — buscó a su padre con la mirada. —¿Dónde está mi papá?

—Está arriba, sabes que le gusta estar presentable para el trabajo. — menciono con mucho amor en sus palabras.

—¿Hablan de mi mientras no estoy? Que feo. — río y se acercó a su esposa para darle un corto beso en los labios. —Buenos días, regalón. — le acarició el pelo a bradley.

El desayuno fue tranquilo para la pequeña familia que compartía en una linda armonía.

...

Bradley se despidió de su padre antes de bajar del auto, camino a paso lento y elegante hacía la entrada del liceo, donde fue saludo por múltiples alumnos, conserjes y profesores. Tenía pensado ir en dónde creía que estarían sus amigos, pero esa idea fue interrumpida abruptamente al ver a max siendo interceptado por un grupo de niñas. Eso se había vuelto algo rutinario desde que el pelinegro llegó al liceo, al ser algo "nuevo" dentro del establecimiento, algunas personas se habían acercado a él por simple interés que seguramente no duraría más de dos semanas. Se acercó a max.

—¿Qué está pasando aquí? — su voz fue autoritaria.

—Solo queríamos hablar con él y pedirle el ig, pero nos está ignorando. — fingió un puchero con la intención de que alguno de los dos chicos cayera ante su "ternura".

—Oh, entiendo, pero lamento informarles que él ya está ocupado. — paso su brazo por encima de los hombros de max, este lo miro extrañado.

Las chicas sabían que significaba eso, no tenían permitido interponerse o refutar de alguna manera, eso les traería muchos problemas en la jerarquía que había en el lugar. Cuando bradley vio que se habían ido suspiró satisfecho. No tardó mucho para que max se quitará de manera brusca el brazo sobre sus hombros. Parecía enojado.

—¿Qué wea brad? — se quejo.

—¿Qué? Deberías agradecerme por salvarte de ellas. — se cruzó de brazos enojado.

—¿Diciendo que estoy ocupado? — levantó una ceja.

—Si, ¿Qué tiene de malo? — realmente no entendía el porque sería malo decir eso.

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⏰ Última actualización: Jul 02 ⏰

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Destino indeseado • MAXLEY •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora