Extrañamente, no pasó mucho después de un mes. El chico parecía indiferente ante sus compañeros, como si nada hubiera sucedido. Habías esperado aquel día en tu oficina a sus padres, acompañados de la policía, dispuesta a enfrentar las consecuencias. Sin embargo, nada ocurrió.
"Si yo viera a mi hijo con una gasa del tamaño de un bloque me preocuparía, sin embargo no era su caso", pensaste.
—Oye, ¿no crees que la directora es rara? —comentó una chica que estaba adelante de Bokuto durante la clase.
—Es cierto, es la quinta vez en el día que pasa cerca del aula, ha estado así desde que vino —respondió un chico.
—Tal vez le gusta la maestra...
Bokuto sabía el motivo. Pasabas cada hora a echar un vistazo. Bokuto se sentía observado en todo momento, pero tú estabas preocupada y temías muchas cosas, aunque él siguiera actuando como siempre, con el mismo ánimo y humor.
Hasta que él pasaba por tu oficina, las cosas se volvían incómodas.
—La maestra me pidió que dejara esto aquí para usted —dijo, dejando en tu escritorio una taza de café.
—O-oh... G-gracias —respondiste. Cuando intentaste tomar la taza, tus dedos rozaron su piel y él se apartó de inmediato, viéndote como lo que eras... Un depredador.
Quiso irse, pero lo impediste.
"No puedo seguir con esta incomodidad, tenemos que hablarlo", pensaste.
El joven se horrorizó al ver que le impedías el paso. Sentía miedo, y sus ojos se cristalizaron.
—¡Oye! No es lo que parece, no quiero hacerte daño, solo quiero hablar —intentaste calmarlo mientras buscabas un pañuelo en tus bolsillos.
—Quiero salir de aquí, no quiero estar en la misma habitación que usted —exigió, antes de derramar la primera lágrima.
—Por favor, dame una oportunidad, quiero que hablemos... Quiero compensar lo que hice... —parecías arrepentida.
En cambio, él reaccionó diferente a lo esperado. Su actitud era irreconocible.
—¡¿Compensarlo?! ¡¿Qué va a compensar?! ¡Estoy marcado en contra de mi voluntad! ¡No podré estar con nadie a menos que mueras y tampoco los supresores serán efectivos! ¡No existen supresores que controlen el celo de un conejo marcado por un ligre! ¡NO LO ENTIENDE! —parecía que iba a hiperventilar de decir tan rápido las palabras que contenía.
—Y-yo lo si-
—Nada compensará esto... —tocó su nuca, revelando una horrible cicatriz que tenía que cubrir con camisas de cuello largo.
—Y-yo intentaré s-se qué nada lo compensa, pero quiero intentarlo.
—No quiero un ligre con una terrible reputación a mi lado. ¿Sabe cuáles fueron mis preocupaciones? Saber si quedaría embarazado o si tenía una enfermedad de transmisión sexual.
Obviamente te sentiste ofendida, pero no tenías derecho y te contenías.
Seguía hablando y hablando más sobre cómo se sentía, y entonces entendiste que un "lo siento" o "lo compensaré" no eran suficientes.
Después de un rato, se calló y quedó en silencio, llorando por lo que le había sucedido.
Acortaste la distancia que los separaba y lo abrazaste. Esperabas un empujón, pero él se aferró y apretó con tanto odio tu camisa blanca.
—Si te hace sentir mejor... Márcame. Es una forma de estar parejo. Si tú no puedes hacer tu vida, yo tampoco lo merezco.
—E-eso no compensa nada —musitó.
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UN DULCE OMEGA (OMEGAVERSE BOKUTO)
Fanfic_____ Nashimura siempre había evitado sus responsabilidades como heredera desde que tuvo conocimiento de ellas. Mientras que otros podrían anhelar dinero, riquezas y belleza, para Nashimura, estas posesiones carecían de emoción. Aunque sus padres la...