BESTIA - Cuarteto de Nos

Ataque

Tavella y Alvin estaban en la casa de Tave, una antigua mansión que había pasado de generación en generación. La casa estaba llena de reliquias familiares, retratos, y una colección de libros que narraban la historia de su linaje. Tavella, consciente de que su familia había tenido enfrentamientos con vampiros en el pasado, decidió investigar más sobre el origen de los estragos en el Pueblo.

Tavella hojeaba los libros que habían sido heredados de sus antepasados.

Alvin, por otro lado, estaba sentado nerviosamente en una silla, claramente incómodo con la situación.

-Alvin, escucha -dijo Tavella, deteniéndose en un libro grueso y antiguo-. El causante de los estragos en el pueblo no es un asesino común. Esto tiene que ver con vampiros como ya te había dicho.

Alvin frunció el ceño, su expresión llena de dudas y miedo.

-¿Vampiros? -preguntó, intentando procesar la información-. Pero eso no tiene sentido. ¿Cómo puedes estar tan seguro?

Tavella cerró el libro de golpe, levantando una nube de polvo.

-Mira, Alvin. Mi familia ha estado involucrada con estos seres durante generaciones. Estos libros -dijo, señalando los estantes llenos- contienen historias y conocimientos sobre ellos. Sé lo que estoy diciendo.

Alvin se inclinó hacia adelante, tratando de observar los libros.

-¿Pero cómo puedes estar seguro de que es un vampiro y no algún asesino perturbado? -insistió.

-Las señales están ahí. Los cuerpos sin sangre, las desapariciones nocturnas. Todo encaja con lo que sabemos sobre los ataques de vampiros. Además, hay una historia en mi familia sobre un vampiro en particular que fue condenado a la inmortalidad por mis antepasados. El conde Robert Musso -dijo.

Alvin tragó saliva, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda

-¿Entonces crees que... él ha vuelto? -preguntó, con voz temblorosa.

Tavella asintió firmemente.

-Sí, y tenemos que estar preparados. No podemos permitir que el alcalde nos siga desestimando. Si no hacemos algo pronto, más personas van a morir.

Tavella volvió a abrir el libro, buscando alguna pista que pudiera ayudarlos a enfrentar la amenaza que se cernía sobre el pueblo. Alvin, aunque asustado, estaba muy dispuesto a ayudar a su amigo y a Tajo.

-¿Qué hacemos entonces? -preguntó, intentando sonar más valiente de lo que se sentía.

Tavella levantó la mirada del libro y le dio una palmada en el hombro a Alvin.

-Primero, necesitamos toda la información posible sobre Musso. Estos libros tienen que contener algo que podamos usar. Y segundo, tenemos que encontrar a Topo. Algo no está bien con su desaparición y temo que pueda estar relacionado con todo esto.

Tavella y Alvin pasaron el resto del día investigando y preparando su plan. Sabían que la noche era el momento en que los vampiros eran más activos y peligrosos, por lo que tenían que estar listos.

-Alvin, cuando caiga la noche, vamos a buscar pistas e intentar atrapar al vampiro en el acto -dijo Tavella, cerrando el último de los libros que había estado revisando-. Pero también deberíamos ir al bosque e intentar encontrar a Topo. Algo me dice que su desaparición está ligada a todo esto

Alvin asintió, tratando de mantener la compostura.

-Está bien, Tavella. Haré lo que sea necesario. Pero, ¿cómo vamos a combatir a un vampiro? -preguntó, su voz llena de preocupación.