Alastor... El demonio de la radio que siempre fue temido y señalado como alguien altruista... ¿Pero que tal si en realidad fué un Ángel todo este tiempo?
დ .•*""*• 𝐴𝑇𝐸𝑁𝐶𝐼𝑂́𝑁 •*""*•.დ
- 𝑃𝑒𝑟𝑑𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒𝑠...
Lore: Todos en el Hotel lo pasan mál... sobretodo Alastor...
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-- ¡Yo abro! -- Dice Charlie con su actitud positiva multiplicada al doble. Su Hotel está reconstruido y operando de nuevo, hay muchos cuartos disponibles, su socio es un pecador redimido, ¡y se enteró que tiene un tío!
En su saco tiene una larga lista de las almas del Subterráneo que quieren trabajar para el Hotel o inscribirse en su programa de redención. Quizás haya un pecador del infierno que busca la salvación y por eso vino a su Hotel.
¡Nada puede salir mal!
Llega al vestíbulo con una enorme sonrisa y sujetando las manijas de las puertas. Suspira profundamente y esboza su mejor sonrisa como le enseñó Alastor.
-- ¡Bienvenido al recién reconstruido y mejorado Hotel Haz...! -- El entusiasmo de Charlie se muere al abrir y ver quién tocaba la puerta.
-- ¿¡Qué pasó reinita!? ¿¡Me extrañaste...!? --
Cerró la puerta de inmediato al sujeto que estaba del otro lado. Era Adán... estaba "vivo" y convertido en demonio pecador.
No podía ser verdad...
-- ¡Oye!, ¡Abre la puta puerta ahora de este changarro ahora! -- Exige Adán del otro lado golpeando con fuerza. Charlie la abre de nuevo -- ¡Al fin niña!, Yo quiero...! -- La cierra otra vez -- ¡No me dejaste terminar de hablar...! -- Abre de nuevo -- ¡Quiero hospedarme...! -- Cierra la puerta -- ¡Deja de cerrarme la puerta en mi jodida y puta cara! --
Charlie jadea al escuchar a Adán... es que, realmente era él... su voz, su lenguaje de mierda, su perra actitud de "soy más listo que tú y te jodes". Quizás se estaba arriesgando mucho pero debía rectificar.
Abre de nuevo la puerta y sí, tiene a Adán en la entrada de su Hotel. En tonos oscuros, con cuernos en la cabeza y alas de murciélago. Se veía muy diferente sin su casco puesto.
-- ¿Ya terminaste? -- Pregunta irritado y de malas.
Sin confiar en él en lo más mínimo, Charlie se hace a un lado para dejarlo pasar. La política del Hotel que empleó decía estrictamente que las puertas están abiertas para todos.
El nuevo demonio alado recién integrado al infierno mira de arriba a abajo el lugar como si no le gustara estar ahí por dos cosas; una, sabe que todos en el Hotel lo odian y dos, él odia a los que lo odian.
Charlie se cruza de brazos, esperando que fuera una broma de mal gusto -- ¿Enserio quieres hospedarte? --
-- Es lo que hace este Hotelucho ¿no? -- Voltea a verla y alza los brazos con "júbilo" -- ¡Pues felicidades flaca!, ¡yo soy tu nuevo inquilino! --
Charlie no puede evitar hacer una mueca como la vez que Adán la trolleó con darle la mano y ofrecerle costillas cuando se conocieron.
-- ¡No me veas así, niña!, ¡yo no pertenezco a este jodido lugar!, ¡el infierno es para la peor mierda de la humanidad!, ¡mi lugar es arriba en el cielo! --
