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Alessandra

- Frena Olivia-le digo gritando antes de que nos estampe contra una farola.

Le estoy enseñando a conducir a Olivia.

Por supuesto, en un sitio alejado de la ciudad y donde no hay coches.

Esto de enseñarle a conducir a la persona más hiperactiva del mundo, sin yo tener paciencia es lo peor del mundo.

- Venga ya Alessandra, si no ha sido para tanto-dice tranquila.

- Claro que no ha sido para, casi nos estampamos contra una farola pero no ha sido para tanto-le digo con sarcasmo.

- No exageres Lexi-me dice con una sonrisa en la cara y pongo los ojos en blanco.

- Bueno, será mejor que nos cambiemos y yo conduzca hasta casa-le digo y las dos salimos para cambiarnos de lugar y así poder llegar a casa a salvo.

Una vez en casa y cada una con nuestros respectivos pijamas, nos juntamos en la cocina para hacer la comida. Por desgracia, la tengo que hacer casi toda yo porque si le dejo a Olivia igual me quema toda la casa.

Estamos viendo una película cuando de pronto suena el móvil con una notificación.

Liam: Lexiiii

Liam: Tengo una pregunta

Liam: ¿Quieres ir hoy al bar?

Liam: Si me dices que no me vas a comprar tú la botella de tequila.

Suelto una risa y Olivia me mira con una mirada extraña.

- ¿Quién te habla en medio de la película?-me pregunta Olivia.

- Nadie, un amigo-le digo todavía con la sonrisa en la cara.

- Si claro, y yo soy morena-me dice con sarcasmo.

Mientras Olivia habla y comenta cosas sobre la película, yo aprovecho a contestarle a Liam.

Yo: Voy al bar solo si tú me invitas a una copa.

Yo: Y si luego me traes a casa.

Liam: ¿Pero no se supone que tu ya tienes coche?

Yo: Si, pero si acepto ir contigo pienso emborracharme, así que voy a necesitar un taxista, y ese vas a ser tú.

Liam: Vaaaaaleeee, te hago de taxista. Pero solo esta vez.

Liam: ¿A las 20:00 en el bar de al lado del polideportivo?

Yo: Valee

Ahora son las seis y veinticuatro, así que me da tiempo a acabar la película para que así Olivia no me odie tanto.

Ya son las siete y trece, acaba de terminar la película y me voy corriendo a ducharme, luego cambiarme y por último maquillarme. Me he puesto un vestido rojo sencillo con unos tacones de color negro y en la parte de maquillaje, rimel y un poco de corrector para disimular las ojeras de cansancio que tengo.

Después de comprobar que todo está perfecto, cojo mi bolso a juego con los tacones y salgo de casa hacia el bar en el que hemos quedado.

Una Perfecta Coincidencia-Saga Perfecta #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora