Prólogo.

8 2 0
                                    

A los hombres se les ha de mimar o aplastar, pues se vengan de las ofensas ligeras, ya que de las graves no pueden: la afrenta que se hace a un hombre debe ser tal que no haya ocasión de temer su venganza.

Si se ha de herir a un hombre, se debe ser tan severo que no se pueda tener su venganza. La severidad debe ser repentina, de modo que lo repentino sea menos ofensivo. Los beneficios se tendrán poco a poco para que puedan disfrutarse más.

— Nicolás maquiavelo.

Fumar mata. VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora