Damián
Se me quedo viendo muy confundida, sin entender a lo que me refería. No existe mujer mas despistada que ella, y yo creyendo que Fernanda era la única que no entendía mis indirectas y llega bárbara ganado le. Aunque esa inocencia que dice tener no me la creo del todo, ha de ser como otras que se hacen las desentendidas y luego les brota la fiera que llevan por dentro, la cola y las garras. El resto de la cena fue un completamente en silencio. Tampoco me atreví a hablar, porque de repente estaba diciendo le todas esas palabras a ella, si según yo, no me ha grada ni la forma en que respira. Es como un pan viejo y duro que ni con agua me lo puedo bajar de la garganta ¿Qué mierda hago hablándole en doble sentido? Quizá sido el cambio que ha presentado en estos días, lo que ha llamado mi atención. Luce muy bien, y eso no lo voy a negar. Y eso quiero creer.
- ¿no cree que han demorado en llegar los socios?
- Inquirió viendo la hora de su teléfono -. Ya pasan de las seis, Sr. Gallardo. ¿seguro que la reunión era el día de hoy, fíjese que yo no recuerdo haber visto en alguna agenda esta reunión?
- Ya ve que algunos de los empresarios no son serios ante los negocios importantes – me escudriño con la mirada, mas no dio nada. Terminamos de comer y según acabamos, la lleve a su casa.
La casa de bárbara queda en el lugar mas peligroso de chicago, al llegar me detuve frente a una casade dos pisos con un aspecto medio deteriorado. No sé cómo le hace para vivir en un lugar así. Ahora entiendo aquellas palabras donde me dijo que quería salir adelante. ¿será esa la razón por la cual soporta mis innecesarios trabajos con los documentos de la oficina?
- Gracias por tomarse la molestia de traerme, Sr. Gallardo, mañana me comunicare con los socios, ¿de que empresa? – pregunto -. Dejare la queja por falta de responsabilidad y compromiso hacia usted – enarque una ceja. Si ella llama seguro me cacha en que le he mentido sobre la dichosa cena de negocios, que según le dije en la sala de juntas.- No es tan peligroso de como se ve.
Quito el cinturón de seguridad que la protegía, antes de baja del auto. La acompañé hasta la puerta de su casa, y no supe que decir, siendo sincero me puse nervioso. Que chingaderas estoy haciendo, este no soy yo, ni con las mujeres con las que suelo salir usualmente he sido así. Barbara se despidió igual e incluso mas incomoda de lo que yo estaba.
La noche se me estaba haciendo más larga, incluso más, de lo que deporsi ya era desde hace años atrás. A partir de mi nombramiento como presidente de la empresa que forma parte de un legado familiar, no he tenido vida propia. Desde ese día me he dedicado a saca adelante la marca Gallardo, una exclusiva, elegante y sofisticada marca de ropa que se enfocaba a todo tipo de mujer, que crearon mis padres en conjunto, y que ha pasado a ser completamente mía. Desde pequeño mi mundo tenia en su entorno hilos, sedas, bocetos y maquinas de coser. Muchos decían que este mundo no era para un hombre como yo, pero mi pasión siempre ha sido crear, hacer y moldear en un vestido las curvas de una mujer; no podría especificarlo con alguna palabra ya que no existe como tal una. Diseñar es y será mi vida entera. Nunca me voy a arrepentir con haber seguido los pasos de mis padres.
Cada que las colecciones de moda están próximas a mostrarse al público, el estrés, el cansancio y todo el arduo trabajo que conlleva, me pone de un humor que uff. Las modelos de dicha colección ya se encuentran en el hotel donde ese llevara a cabo el evento.- Da la vuelta y retoma tu postura, Jenny estas demasiado tensa. Pareciera que se te ha olvidado como modelar – exclame de mal humor, han sido meses de largos ensayos, como para que ahora; el día de la presentación, se les olvide como deben de moverse en el escenario.
- Si señor – resoplo, muchas no toleran que las corrija en lo que hagan, pero ya se los he dicho varias veces que a mi me gusta la perfección.
- Claudia, asegúrate que sigan el orden adecuado. Vere como va Barbara con el salón – asintió, prácticamente me tendría que multiplicar para estar con todos al mismo tiempo.
Ya faltan cinco horas para que la colección de inicio, han estado muy retrasados los del área de las comidas. Barbara estaba muy concentrada en el salón, asegurándose de que todo estuviera en orden la luces, las sillas, las mesas y todo en él. Después de todo ha salido una mujer trabajadora, tras ese apache que vi la primera vez. Ahora esta mas familiarizada con todos los deberes de la oficina. Su mirada me trajo a la realidad y con una sonrisa en sus labios cerrados se acerco hasta el umbral donde me hallaba contemplándola.
- ¿Como marcha todo, Greco? – ya no hace ese típico gesto de fastidio cuando le digo así.
- Por aquí todo va en orden, Sr. Gallardo. Los chicos del sonido y las luces están terminando de montar todo su equipo. ¿necesita que le ayude en algo más? – preguntó.
- De hecho, necesito que se encargue de la cocina. Según me han informado, la comida se ha retrasado. Recuérdeme resistir de los servicios con el restaurante. Así no se puede pagar con un servicio tan caro. Una vez que termine, prepárese y la espero tras la bambilla para dar inicio con el evento.
- Cuente con ello, Sr. Gallardo, con permiso – hasta se me hace que esta mas animada que yo y no se la razón. Ya quisiera estar así, pero el estrés acumulado desde los seis meses anteriores, no me lo permite. No del todo.
Una vez ratifique que todo estaba listo para la apertura del salón, me dirigí con Mariela para cambiarme de traje.
- Guapo y exitoso como siempre, mi amor – dijo mi madre llegando a mi lado. Llevo dos mendigos minutos esperando a Barbara, y esa payasa nada que llega. Tendré que pasarle un memorado por esto. ¿Quién se cree para que llegue a la hora que se le de la gana? -. Te ves de mal humor, hijo. Trata de relajarte un poco, mi vida. Pareciera que quisieras matar a alguien y no a presentar una colección de moda.
Resople viendo la hora en el reloj de mi muñeca. Donde carajo se ha deber metido el mapache.
- Tengo un mapache de dos puntos buenos que me tiene de mal humor mama.
- ¿Qué? – frunció el ceño. Ni yo mismo me había dado cuenta que dije tales palabras -. ¿de que estas hablando? ¿acá hay esas cosas? – estaba apunto de contestar cuando una voz se escuchó atrás mío.
- Lamento la demora Sr. Gallardo.
Toda palabra de reclamo se esfumo de mis labios al verla. Mi corazón dio un brinco muy extraño; esa expresión de vergüenza, miedo, inocencia y belleza, me genero un frio por todo mi cuerpo. ¿Dónde había quedado mi mapache feo? Esta no es mi secretaria, claro que no. Sus ojos me vieron con un brillo que no logre descifrar. de todas las palabras existentes en el mundo para describir la belleza de una persona o objeto, solo me llego una; deslumbrante …. si, he quedado deslumbrado ante la mujer que tenia al frente.