Temporada Social || Un AU de Campamento Desventura

XIII

Querido y más que amado lector. Si bien las exigentes reglas sociales existen en nuestra alborotada Londres por algo, no podemos negar que mínimo una vez alguien las habrá roto por puro placer. Como lord y lady Kennet que pese a que las normas sociales indiquen que solo se puede bailar 1 o 2 veces con la misma pareja, ellos bien campantes se van a la pista cada vez que pueden, o como Señor y la Señora Ergot, que aunque las normas indiquen que sólo puedes tomarte 2 tragos por noche, ese par de borrachos no les impide tomarse mínimo 5 ratafías cada uno antes de irse a su casa, borrachos pero felices.

Y ahora mismo el ejemplo más claro y creo que el mas escandaloso que hemos tenido estos últimos 2 días en la sociedad fueron las extrañas visitas que hubo a la casa de la viuda Sharma por parte de Lord Morrison.

Según las normas de nuestra querida sociedad, una viuda no puede ser cortejada por alguien hasta terminar su periodo de luto de mínimo un año, sin embargo para estos señores que parecen más jovencitos hormonales no parece que fuera un inconveniente.

Todo según dicen fue gracias la que en unas horas será dejara de ser la señorita Wolters, a convertirse en la duquesa de Marlborough. Pensar que hace solo un par de semanas esta señorita y ahora casamentera dejó de ser una paria social a ser la próxima excelencia, casi como algo fortuito y hasta divino.

Aunque esta autora se pone a pensar, si de verdad la cordura de la señorita Wolters será suficiente para soportar salir del jardín social y explorar estos nuevos aires del matrimonio, ya que cuando alguien hizo sus votos, ya no hay vuelta atrás...

Era viernes por la mañana en la casa Wolters y una curiosa visita se había hecho presente para tomar el té. Riya y Gabby se habían vuelto un poco más cercanas después del incidente de aquella noche de teatro.

Su té Lady Sharma–dijo Ellie dándole una taza de té a Riya–

Gracias Ellie–dijo recibiendo la taza– Sabe señorita Wolters, a mi jamas me gusto el té inglés, siempre considere el té indio como más exquisito, sin embargo cuando vives tanto en el mismo lugar te acostumbras

Supongo... –respondió Gabby– Entonces ¿cómo fue con Lord Morrison?

No es para nada como dicen los rumores, es una gran caballero... y de los buenos...

¿De verdad es así? Todo el mundo dice que el tipo es un mujeriego

Yo diría que es como un perro, pero no de esos perros callejeros que le van moviendo la cola a todo lo que se le cruce, es un viejo y cariñoso perro fiel de raza que siempre regresa a su dueña...

Ahhh claro...

Además es de esos perros que se saben todos los trucos del libro, si sabes de lo que estoy hablando–bromeó riendo entre dientes mientras bebía su té–

Si... claro...–rió incomoda, no sabe de qué hablaba– Más bien me sorprende que todo entre ustedes esté yendo tan... rápido...

Mira quien habla, la que pidió una licencia matrimonial especial... aunque no niego que si estuviera comprometida con un duque me apuraria a pronto ser duquesa–rio un poco–

Si... como da vueltas a la vida supongo–dijo entre dientes–

En si de por sí yo y Lord Morrison ya nos conocíamos desde hace un tiempo, solo creo que las estrellas se alinearon con esta situación

Me alegra de que ustedes le este yendo bien supongo...

Aun así le pido disculpas por lo que pasó esa noche, juro que no estaba en mis 5 sentidos...

No te preocupes Lady Sharma, yo no guardo rencores–dijo sonriente– Más bien, la invite por una razón...

Claro, ¿Cuál?