Bienvenida 𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮
𝐴𝑑𝑎𝑟𝑎
Después de un tiempo llegamos a casa, mi hermana está charlando con Akim, contándole mis travesuras y como siempre exagerando las cosas— Una vez, en el colegio —abrete tierra y tragame ya va a empezar a contar mis momentos vergonzosos —en el recreo —continua ella— cayó rodando de la rectoría, y todo el colegio la vió —tapo mi rostro entre mis manos, avergonzada de la situación, no quiero mirar, sé que están partidos de risa incluso el chofer—
—Emily —le hablo a la parlanchina de mi hermana— tomaste caldo de lora al desayuno, o por qué hablas tanta mierda —le digo hastiada—
—Calmada doña gruñona —me dice muerta de la risa <que pena me hace dar >
Me siento sofocada así que prefiero salir del auto, no quiero seguir pasando vergüenza, siempre hace lo mismo, a veces me provoca ponerle cinta en la boca para que deje de decir tantas bobadas, pero es mi hermana, aunque le meta una arepa en la boca, le salen letreros por los poros, con hermanas asi para que enemigas.
Al paso que voy avanzando la mansión Meyer Schubert aparece frente a mi abriendo sus puertas para mí, los recuerdos llegan a mi mente, me quedo ahí quieta mientras mi mente reproduce mis más bellos recuerdos junto con los más dolorosos pero el pensamiento es interrumpido tras sentirme vigilada, con sigilo miro a mi alrededor, al ser entrenada para ser una asesina en serie aprendes a captar cada detalle, a agudizar tus sentidos y mantenerte siempre a la defensa, a cualquier distracción el enemigo ataca por eso siempre tienes que estar en la jugada si quieres salir victorioso, mi vista se posa en la entrada al bosque captando a alguien con vestimenta negra en la copa de un árbol, siento como alguien se acerca, y antes de que pueda tocarme ya está acorralado en la pared, mientras sujeto su cuello con fuerza
— Señorita, tranquila —me mira con temor, pero aún así me sonríe dulcemente —trabajo aquí —lo suelto de inmediato pero no puedo creer en la palabra de alguien que no conozco así que lo vuelvo a acorralar—
— Señorita —me dice pero no lo dejo hablar, busco en su traje alguna identificación o algo que me asegure que trabaja aquí, en la mafia cada líder tiene su propio sello para marcar a los trabajadores como suyos, y el que se atreva a traicionar a su jefe muere junto con su familia.
En su traje no hay nada que me indique que trabaja para mí padre, hasta que mis manos llegan a su arma la cual tiene tallada una “M” en color dorado pero eso no basta, lo obligó a que se quite el saco y camisa y me encuentro con un tatuaje en su brazo<un ángel con una gota dorada> es el distintivo de mi familia y muy pocos tienen la valentía de tatuarlo, el que lo hace rinde él y su familia lealtad hasta la muerte hacia mi familia.
Rápidamente recojo su ropa, limpiando su saco con mis manos por suerte la camisa no se ensució
—Oh, lo siento —le ayudo a organizar su traje — de verdad discúlpame —le sonrío— pero entenderás que eres una cara nueva para mí, debía asegurarme —no me deja terminar —
—No se preocupe la comprendo, pero hasta antes de que yo llegara la vi un poco distraída ¿Se encuentra todo bien señorita Meyer?
—Un poco, tuve la sensación de estar vigilada y me pareció ver a alguien por allá —le señalo el bosque — revisa el área por favor
—Claro que sí, con permiso —me dedica una última mirada y se retira —
— ¿Todo bien cariño? —llega Akim abrazándome por atrás —
— Sí, solo me pareció ver a alguien
— No te preocupes, hay mucho personal nuevo, estuviste años lejos, es algo normal
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Amor En Medio De Traición [PAUSADA]
RomanceAdara Meyer Schubert hija heredera de la mafia alemana, un ser angelical pero sensual, pasará por diversas cosas entre ellas, el amargo sabor de la desilusión, la traición y el dolor. Así como también estará enterrada en el abismo del placer de dónd...