𝕮 𝖆 𝖗 𝖎 𝖘 𝖘 𝖎 𝖒 𝖎 𝕸 𝖔 𝖗 𝖙 𝖊 𝖒

Capítulo 8: "El Padre John"

Luego de un día entero de viaje llegamos a Chile, un país al final del mundo, durante el vuelo, ví varias películas que me gustaron bastante, como "Transformers", "Piratas del Caribe" y "Los Minions", fueron bastantes entretenidas y algunos de sus personajes decían frases muy geniales; mi hermana durmió la mayor parte del viaje escuchando música. Cuando tuvimos que salir del aeropuerto, me preguntaba cuánto nos demorariamos en encontrar a ese cura, mi hermana vio su celular y comenzó a llamar a alguien, para que nos ayudara.

-Vale, llamé a un viejo amigo que trabajaba conmigo, que hace unos tres años vive aquí-. Dijo mientras guardaba su teléfono en el bolsillo.
-Genial, solo espero que ese amigo tuyo no sea como el último-.
-Por suerte no, aunque esté amigo nos ayudará a tomar un transporte para llegar a Valparaíso-
-¿Cómo, no estamos ya en Valparaíso?-.
-No, estamos en Santiago, la capital, Valparaíso debe estar a unas horas de aquí- dijo mientras se reía burlescamente.

Mientras esperábamos al amigo de mi hermana, ví que la gente caminaba rápido y con una mirada un tanto amargada, a diferencia de en Roma donde la gente no se veía tan desconfiada; entre eso, el amigo de Laura llegó, nos subimos a su auto y mi hermana le preguntó dónde podríamos tomar un transporte hacia Valparaíso, el hombre muy alegre dijo que podia ser en "Terminal Alameda" a lo que ella accedió en su propuesta, durante el viaje miré los edificios que eran súper altos, y habían muchos autos, buses y personas por todos lados, entre esos vi a algunos tomados de la mano, otros que se abrazaban y tomaban fotos, era bello la verdad ver esa muestra de cariño entre ellos. Al llegar a nuestro destino, nos despedimos del tipo y mi hermana me dijo que antes de irnos, iremos de compras. Primero, pasamos a un local para cambiar dinero, luego fuimos a una tienda de celulares, dónde después de ver varios, elegí uno, mi hermana habló al vendedor y este preparó el dispositivo con un chip y todo, me lo entregó y la caja la guardó en su maleta.

-Hay cosas que te servirán, como el cargador- dijo mientras se reía tiernamente.

Cuando volvimos al terminal, compró pasajes para Valparaíso, el pasaje decía que el bus saldría en 30 minutos, por lo que nos dirigimos al andén, entre la espera, me dió hambre y un hombre pasó vendiendo "handrolls", le dije a Laura si podia comprarme uno, ella me miró, sonrió y de su billetera, me pasó un billete, me acerqué al tipo y me entregó el famoso handroll, de vuelta con mi hermana comencé a comer, y sentí un mar de sensaciones, con la mezcla de sabores, mientras estaba en mi éxtasis, Laura me tocó la pierna y me apuntó a un bus que estaba llegando. Nos subimos y comencé a mirar por la ventana esperando un nuevo viaje hacia Valparaíso.

(Mientras tanto en New York, USA...)

El director del hospital donde trabajaba Laura se veía nervioso pues ella aún no regresaba de sus vacaciones a pesar de que ya se habían cumplido los días, y tampoco le había escrito o avisado sobre algún problema, por lo que a su pesar debía tramitar el despido, en eso el joven pediatra Samuel, llega a la oficina del director Redwood.

-Buen día señor, lo veo preocupado, ¿Ocurre algo?-
-La doctora Laura no ha regresado de sus vacaciones y necesitamos dar esa entrevista ante la ONU-
-Entiendo señor, pero debe estar por llegar, ella no tiraría toda su carrera de la noche a la mañana-
-Si, tienes razón, pero no hay noticias sobre ella, y la reunión es en tres días-
-Si quiere puedo ayudarle a averiguar sobre ella, con la señorita Alice-
-Si, es buena idea, pero que nadie se entere, no necesito armar un escándalo-
-Descuide señor, me mantendré en silencio-.

Al salir de la oficina, Samuel se dirigió al departamento de cirugía para buscar a Alice la asistente de la doctora Laura; sin embargo, no la encontró, puesto que estaba con una licencia por un problema hepático, por suerte, logró conseguir la dirección de la mujer y se dirigió a dicha ubicación.