Capítulo 1 - El Pueblo de Groteskal

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En lo profundo de las montañas nevadas de Transilvania, donde la luz del sol rara vez penetra y las noches parecen eternas, se encuentra el oculto y místico pueblo de Groteskal. Este lugar, invisible a los ojos de los humanos, es hogar de las criaturas más extraordinarias y sobrenaturales. Los habitantes de Groteskal son una mezcla de leyendas y mitos que han encontrado refugio en este rincón del mundo, lejos del miedo y la persecución de los humanos.

El pueblo es un espectáculo en sí mismo. Las calles están empedradas con rocas antiguas que parecen brillar bajo la luz de la luna, y las casas están construidas con una arquitectura gótica que exuda tanto misterio como encanto. Las torres de los edificios parecen arañar el cielo, y las ventanas están decoradas con vitrales que cuentan historias de tiempos pasados.

Entre los habitantes se encuentran los vampiros, que residen en castillos oscuros y majestuosos; los hombres lobo, que habitan en cabañas robustas cerca del bosque; gárgolas que adornan las cornisas de los edificios más altos y cobran vida durante la noche; y zombis que, aunque a menudo incomprendidos, son esenciales para la comunidad, ayudando en las tareas más diversas. A pesar de sus diferencias, los monstruos de Groteskal han aprendido a vivir en una armonía peculiar, respetando las habilidades y características únicas de cada uno.

El corazón del pueblo es la Plaza de la Luna, un amplio espacio abierto donde se celebran festivales y reuniones comunitarias. En el centro de la plaza se alza una fuente de piedra antigua, esculpida con figuras de criaturas míticas y rodeada de bancos de mármol. Durante las noches de luna llena, la plaza se ilumina con una luz etérea, creando un ambiente mágico que fortalece el vínculo entre los habitantes.

Entre las muchas criaturas que pueblan Groteskal, destacan dos figuras que parecen destinadas a encontrarse. Moria, una joven vampira, vive en un castillo en el extremo oriental del pueblo. Su hogar es un lugar de sombras y belleza, lleno de antigüedades y libros antiguos que reflejan su amor por el conocimiento y la historia. A pesar de su naturaleza inmortal, Moria siente una soledad profunda, deseando encontrar a alguien que entienda su corazón.

En el lado opuesto del pueblo, cerca del bosque, vive Fenrir, un hombre lobo de noble corazón. Su cabaña es sencilla pero acogedora, rodeada de árboles y flores silvestres. Fenrir, a pesar de su apariencia imponente, es un alma sensible y talentosa en la música. Todas las noches, se sienta a la orilla del lago y toca su flauta, dejando que sus melodías expresen los sentimientos que su naturaleza salvaje le impide comunicar de otra manera.

Groteskal, con su ambiente de misterio y belleza, es el escenario perfecto para la historia que está a punto de desarrollarse. Las vidas de Moria y Fenrir, aunque marcadas por la soledad, están destinadas a cruzarse, y el pueblo entero, con sus criaturas únicas y su magia ancestral, jugará un papel crucial en la unión de estos dos corazones solitarios.

A medida que el primer capítulo se cierra, el lector es transportado a este mundo de fantasía y romance, donde la oscuridad y la luz coexisten en una danza eterna, y donde el amor puede florecer en los lugares más inesperados.

Amor en Groteskal: La Balada de Moria y FenrirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora